La Revolución Mexicana fue la primera gran insurrección popular del siglo pasado, iniciada el 20 de noviembre de 1910 tras 34 años de modernización capitalista de la mano de los sucesivos gobiernos de Porfirio Díaz.
Al llamado a las armas del burgués reformista Francisco Madero para poner fin al fraude reeleccionista, el proletariado rural responde cobrando pronto gran protagonismo, desbordando los objetivos meramente políticos. Décadas de esclavitud, torturas, robo de tierras y trabajo por deudas se trocaron en formación de milicias campesinas, fusilamientos de hacendados e incendio de sus propiedades, recuperación de las tierras y aguas comunales.
Uno de los grupos que intentó ir más allá, hacia la revolución social, fue el Partido Liberal Mexicano. De tendencia socialdemócrata primero, a partir de 1911 promulgó el comunismo anárquico conservando, no obstante, el nombre inicial. Su semanal “Regeneración” gozo de una notable popularidad tanto en el campo como entre los trabajadores urbanos.
El PLM siempre manifestó y defendió su simpatía por el Ejército Libertador del Sur de Emiliano Zapata, con quien también coordinó un cercano intercambio. Consecuentemente apátrida mantuvo una estrecha relación con la IWW (Industrial Workers of the World) de Estados Unidos, con Emma Goldman y Alexander Berkman, con Piotr Kropotkin y otros revolucionarios rusos y con La Protesta de Argentina entre otros, difundiendo la situación social en las diferentes regiones del mundo y creando redes de complicidad.
En el número 127 del periódico bajo el título de «De nuestros corresponsales» se informa sobre dos mitines realizados en Rosario. El primero de ellos se realiza a las 19hs en diciembre de 1911 –el artículo no especifica fecha– en un lugar llamado Pabellón Argentino a favor de la separación de la Iglesia del Estado.
Ante gran cantidad de gente, habla entre otros, Alfredo Palacios, de quien el corresponsal se burla etiquetándolo de «eminente diputado socialista-militarista-teósofo etc., señor doctor».
Por la asistencia masiva de público y temiendo algún accidente en los palcos, Palacios llama a salir a la calle, encaminándose todos a la plaza Urquiza (actual Parque Urquiza). Allí en una de las esquinas, los anarquistas toman la palabra, llamando la atención del público «el camarada Bandraco». El artículo describe: «La multitud que momentos antes pedía frenética la separación de la iglesia del Estado, no tardó en estar de acuerdo con nuestro camarada que “urge más la separación de la ley social de la constitución que la Iglesia del Estado”». Después de Bandraco tres oradores siguen la línea contra las leyes represivas, informando además sobre los sucesos de la Revolución Mexicana.
Por la asistencia masiva de público y temiendo algún accidente en los palcos, Palacios llama a salir a la calle, encaminándose todos a la plaza Urquiza (actual Parque Urquiza). Allí en una de las esquinas, los anarquistas toman la palabra, llamando la atención del público «el camarada Bandraco». El artículo describe: «La multitud que momentos antes pedía frenética la separación de la iglesia del Estado, no tardó en estar de acuerdo con nuestro camarada que “urge más la separación de la ley social de la constitución que la Iglesia del Estado”». Después de Bandraco tres oradores siguen la línea contra las leyes represivas, informando además sobre los sucesos de la Revolución Mexicana.
El día 25 de octubre del año siguiente, desde los afiches en las paredes de la ciudad se convoca a un «gran mitin de simpatía con la revolución mexicana» en la plaza Urquiza para el día 27.
Según el corresponsal, la convocatoria fue muy numerosa y además de tocar los sucesos mexicanos, se volvió sobre la cuestión de las leyes represivas. Transcribimos la orden del día leída al finalizar el acto:
«El pueblo del Rosario de Santa Fe (R. A.), reunido el día 27 de Octubre en la plaza Urquiza, respondiendo a una invitación hecha por el centro “Ciencia y Progreso”, aprueba:
1° Enviar un voto de aplauso y de simpatía, a los valientes luchadores de México que combaten por “Tierra y Libertad”.
2° La más enérgica y viril protesta contra las autoridades norteamericanas por haber condenado a los rebeldes: Librado Rivera, Anselmo L. Figueroa, Enrique Flores Magón y Ricardo Flores Magón, como igualmente vannitti (sic) y Aldamas (error del tipógrafo, debió decir Giovanniti y Aldamas).
3º Hacer a Norteamérica la más hostil de las manifestaciones, si interviene en la revolución mexicana.
4º Dirigir una orden de censura y de desprecio a los trabajadores de los diferentes países que no se opongan a los crímenes que intentan cometer los bárbaros del Norte.»
Según el corresponsal, la convocatoria fue muy numerosa y además de tocar los sucesos mexicanos, se volvió sobre la cuestión de las leyes represivas. Transcribimos la orden del día leída al finalizar el acto:
«El pueblo del Rosario de Santa Fe (R. A.), reunido el día 27 de Octubre en la plaza Urquiza, respondiendo a una invitación hecha por el centro “Ciencia y Progreso”, aprueba:
1° Enviar un voto de aplauso y de simpatía, a los valientes luchadores de México que combaten por “Tierra y Libertad”.
2° La más enérgica y viril protesta contra las autoridades norteamericanas por haber condenado a los rebeldes: Librado Rivera, Anselmo L. Figueroa, Enrique Flores Magón y Ricardo Flores Magón, como igualmente vannitti (sic) y Aldamas (error del tipógrafo, debió decir Giovanniti y Aldamas).
3º Hacer a Norteamérica la más hostil de las manifestaciones, si interviene en la revolución mexicana.
4º Dirigir una orden de censura y de desprecio a los trabajadores de los diferentes países que no se opongan a los crímenes que intentan cometer los bárbaros del Norte.»
Se informa también que se prepara una publicación sobre la revolución en México para repartirla en la zona rural de la región. Se llama a colaborar enviando artículos a Constanzo Panissa (forista y colaborador del periódico La Rebelión) y brinda una dirección.
Sería mezquino olvidar la invariante lucha internacionalista, aún actual, por Tierra y Libertad.
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