sábado, 14 de febrero de 2015

NO SOMOS CHARLIE

«Ha hecho falta lo de Charlie para sentirnos unidos. Sigamos» se podía leer en el suelo de la plaza de la República en París cuando, el 11 de enero pasado, más de tres millones de ciudadanos nutrieron la marcha republicana. Es la unidad de los buenos e indignados ciudadanos con las autoridades de Estados asesinos: Merkel, Rajoy, Hollande, Netanyahu, Cameron… Es la unidad entre explotadores y explotados. El Estado refuerza el espectáculo democrático, defendiendo las tan cacareadas libertad e igualdad, «hay que luchar por nuestro modo de vida» dice Rajoy. Un modo de vida que fue impuesto a miles y miles de personas a través del terror y la guerra bajo el nombre de civilización. ¿Se refiere acaso al que impusieron a lo ancho y largo del globo gracias a los 70 millones de exterminados por la conquista y colonización de América? ¿O a los 5 millones de cadáveres producto de las Cruzadas? ¿O acaso a los 28 millones de capturados y muertos para esclavos en África? ¿O a los 23 mil muertos por intentar llegar a Europa en los últimos trece años? ¿O quizás a los 620 palestinos muertos en quince días por el Estado de Israel? Podríamos seguir, pero son sólo cifras en un papel, a eso han quedado reducidas las vidas de todos esos seres humanos.

Civilización y brutalidad, democracia y dictadura, guerra y paz; no son polos opuestos, es como el capitalismo funciona, alternándolos en el tiempo o aplicando uno para salvaguardar el otro. Sin remontarnos muchas décadas atrás podemos pensar en la década del 70: Francia —la capital mundial de la libertad y la república— fue quien formó a militares de América Latina y Estados Unidos en métodos utilizados en Argelia e Indochina. «Los militares franceses descubrieron que había que sacar información de la población. Esto demandaba la tortura. Luego, a los torturados los hacían desaparecer» se comenta en el documental Escuadrones de la muerte, la escuela francesa.

Y esa misma burguesía, una vez más, viene a defender “el valor preciado de la libertad” frente a la supuesta barbarie de unos pocos. Así propone, no una guerra entre religiones sino contra el terrorismo… ¿pero qué terrorismo? El de los supuestos autores de la masacre y sus inspiradores, a quienes nos presentan como nuestros adversarios, quienes en sus países también oprimen y explotan, ya no en nombre de la república o la democracia sino del profeta, presentando como adversarios no a los opresores sino a los herejes. Y como toda religión, presta argumentos a la defensa de los intereses de algún sector de la clase dominante, pasando de simple fe a fuerza material para mantener la normalidad capitalista. En el fondo, sea con un arma en una mano y en la otra la Biblia, la Torah o el Corán, todos comparten un mismo dios: el dinero.

Y eso es lo que Charlie Hebdo y sus sátiras civilizatorias ocultan. En la tapa de su nro. 1099 se puede leer: «Matanza en Egipto. El Corán es una mierda: no detiene las balas» con una persona masacrada detrás. No se trata de un chiste, sino de la banalización de la muerte. Y luego del atentado, en pleno desenfreno antiterrorista, un joven de 16 años fue arrestado en Francia por parodiar dicha tapa y publicarla en su cuenta de Facebook. Se trataba del mismo dibujo, sólo que el masacrado era un periodista y el título expresaba «Matanza en París. Charlie Hebdo es una mierda: no detiene las balas». Allí queda patente ¡para quienes aún no han querido verla! la hipocresía de los poderosos y su corte de imbéciles con sus lamentos sobre la libertad de expresión, la barbarie islámica, la democracia, los valores occidentales y quién sabe qué más.

Sin embargo, cuántos explotados salen en todo el mundo con su cartelito «Je suis Charlie» («Yo soy Charlie») o lo copian en su muro de Facebook, lo envían por email, o lo sienten en silencio en algún momento de la agotadora jornada laboral. Porque se identifican con sus verdugos y no con sus semejantes. La ideología de la competencia y el triunfo individual cagándose en el resto hace amar y querer ser el deportista millonario, la presidenta, el gobernador, el candidato opositor, el actor de la última película… e impide identificarse con el pibe que mata la policía, la mujer asesinada por su marido, el albañil que cae muerto trabajando, el inmigrante masacrado intentando cruzar el mar, las personas bombardeadas en cualquier parte del mundo… El cénit de la tilinguería pudo verse en una manifestación del 19 de enero en Argentina con un cartel que rezaba «Je suis Nisman», donde miles de personas salieron a la calle a vociferar las mismas tonterías que escriben con sus teclados de computadoras o teléfonos móviles. (Ver El Estado asesina y pretende fingir suicidio)

La represión del Estado avanza a paso firme: Proyecto Indect
No sorprende que una vez más el Estado encuentre la excusa perfecta para aumentar la militarización, colmando las calles con fuerzas de seguridad en nombre de la guerra contra el terrorismo. Por orden del primer ministro francés Manuel Valls, el gobierno francés decidió elevar al máximo el nivel de alerta por atentados del llamado Plan Vigipirate, el sistema nacional de prevención contra amenazas a la seguridad ciudadana, incorporando 88.000 efectivos en toda la región. Entre ellos 5.000 policías para vigilar sinagogas y escuelas judías y 10.000 militares para reforzar el control de instalaciones y edificios “estratégicos”, sitios neurálgicos y transportes públicos, además del monitoreo constante de helicópteros como medida de prevención de posibles atentados.

Mientras tanto, los funcionarios de la Unión Europea ponen en vigencia el Proyecto Indect, que según su web oficial, sus principales objetivos son «desarrollar una plataforma para el registro y el intercambio de datos operativos, la adquisición de contenidos multimedia, procesamiento inteligente de toda la información y detección automática de amenazas y el reconocimiento de comportamiento anormal o violento». El proyecto, cuya fecha de desarrollo habría culminado en el año 2013, obtendría patrones de conducta sospechosos a través de varios canales de información, pero principalmente se habría puesto énfasis en aquellos datos recabados de la identificación facial obtenida por las videocámaras instaladas en las grandes ciudades y en los mensajes transmitidos a través de internet.

Por otro lado, el gobierno español propuso de inmediato un paquete de doce medidas para el futuro Código Penal, con las que pretende resguardarse del terrorismo jihadista. Las mismas prevén, entre otras cosas, la regulación de la figura del “lobo solitario” —desvinculando la figura legal de terrorismo del concepto de organización—, la elevación de las penas en función de la gravedad del delito, el castigo por adiestramiento pasivo y autorradicalización (conductas propias del combatiente retornado y del lobo solitario), la ampliación del concepto de pertenencia a organización terrorista, la elevación de la pena por enaltecimiento del terrorismo y su difusión en internet, etc.

Evidentemente el Estado se sigue armando militar y jurídicamente para responder no sólo a la guerra interburguesa imperialista sino también a las próximas explosiones de rabia y descontento que puedan suscitarse dentro de sus fronteras. Los conflictos generados a partir de la creciente inmigración en Europa despiertan desde hace años voces xenófobas y racistas. La crisis económica mundial, que esta vez sacudió también a la Eurozona, viene poniendo en riesgo la estabilidad gubernamental y financiera, así como la recuperación económica a pesar de los ajustes, medidas de austeridad que sólo aseguran las ganancias de los capitalistas a base de más paro, hambre y miseria de todos los demás.

Para terminar con el terrorismo islámico hay que acabar con el terrorismo de Estado, con el terrorismo cotidiano del sistema capitalista. Terminar con este sistema de muerte y explotación, acabar con el Capital y el Estado. Luchando, no por la libertad de prensa y la libertad de empresa, ni por una libertad que termine donde empieza la del otro, sino por una libertad que se expanda al infinito en la del otro como una sola potencia, para dejar de sentirlo como a un otro y comenzar a sentirlo como parte de un mismo ser colectivo.

EL ESTADO ASESINA Y PRETENDE FINGIR SUICIDIO

Y lo hace a diario… Es moneda corriente para las fuerzas represivas del Estado hacer pasar por suicidio a muchos de los asesinatos que comete a diario, siendo jóvenes que se niegan a robar para la policía las víctimas preferidas.

Estas muertes pasan desapercibidas, son negadas sistemáticamente por la burguesía con todas sus herramientas jurídicas, represivas, políticas y mediáticas. De todas formas, los supuestos excesos salen a la luz de vez en cuando, y esta realidad se convierte en otro secreto a voces, para luego pasar a ser otro mal necesario.

Hace pocos meses aparece el cuerpo de Luciano Arruga, luego de estar varios años desaparecido, y aparece asesinado en Rosario Franco Casco, luego de haber sido detenido por la policía unos días antes.

La indiferencia generalizada triunfó una vez más y las manifestaciones de rabia frente a esta sociedad explotadora y asesina brillaron por su ausencia.

Mientras nos invitan a conmovernos por la triste muerte de un fiscal, mientras nos llaman a posicionarnos entre gobierno y oposición, mientras nos quieren hacer tomar parte por el esclarecimiento de un caso plagado de acuerdos mafiosos e intereses burgueses, mientras se nos tiran encima toneladas y toneladas de mierda mediática y discurso democrático, nosotros seguimos insistiendo en que el Estado está podrido y que no hay reforma posible.

Texto difundido en el facebook de la biblioteca el día 20 de Enero.

ROBO EN LA BIBLIOTECA

El sábado 17 de enero por la noche la biblioteca fue asaltada. Luego de una jornada donde habíamos arreglado una pared con humedad, limpiado y acondicionado el espacio, nos sentamos a comer algo y entraron tres personas armadas que se llevaron, además de cosas personales, el dinero para pagar el alquiler, los impuestos y financiar los diversos proyectos editoriales que llevamos adelante. Por esas casualidades de la vida, el dinero justo estaba allí, y así lo perdimos.

Uno se acostumbra a que le roben: desde el patrón al gobierno, desde el sindicato al empresario. El sábado nos robaron de otra manera, más simple, y que suele parecer la única que debe causar indignación, ira y desesperación. Será que a las primeras lamentablemente la sociedad las ha naturalizado, pero todavía no naturalizó que un desconocido nos apunte con un arma en la cara.

«¿Cómo van a robar una biblioteca que no tiene fines de lucro?» podría pensar alguien… Las fuerzas ciegas del dinero no diferencian entre una biblioteca y un lugar comercial, ni siquiera en el momento de robarlo. La ambición, el lucro y la competencia anteponen la ganancia a cualquier precio. Sí, a cualquier precio, y nosotros también tenemos precio, no porque el asaltante nos puso uno, ya lo teníamos desde antes.

Después del robo, masticando bronca, comenzamos a escuchar cómo llegaban los vecinos y luego los patrulleros con los uniformados a quienes los primeros interpelaron a puro reclamo e indignación. A toda costa querían que hiciéramos la denuncia… Al parecer, se trata de un acto de impotencia que deja más o menos satisfecho al recién robado, aún cuando se sospecha que no se soluciona nada, aún cuando se sospecha que quienes reciben la denuncia están detrás del reparto del botín. La denuncia nunca fue realizada.

Por nuestra parte, estaremos buscando maneras de recuperar el maldito dinero para pagar las deudas y seguir adelante, porque seguimos con la convicción de que mientras exista dinero, propiedad, Estado, policía y un culto al progreso individual que se caga en los demás, no habrá bienestar ni felicidad. Y junto a millones en todo el planeta y desde hace siglos esa lucha no se detiene.

ROSARIO SE PONE LA GORRA

«No tenemos gente de Rosario joven que quiera entrar en la policía.» Adrián Forni, director de la Policía de Acción Táctica (PAT) y jefe de Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Entrevista radial, 29 de enero de 2015.

AHORA TAMBIÉN DRONES. Drone significa “zángano” en inglés, pero aquí nos referimos a vehículos aéreos no tripulados conducidos por control remoto. Éstos pueden cartografiar, constatar el estado de la atmósfera, portar armas para atacar en la guerra (matando cientos de civiles “por error”, como ya ha ocurrido) y portar cámaras de alta calidad que transmiten en tiempo real imágenes y videos. Esto último es lo que se implementará en Rosario. Así, podremos ser grabados ya no sólo en la calle sino también en terrazas, balcones y techos, en un patio o a través de una ventana. El Big Brother está cada vez más entrometido y la población parece ser cada día más dócil.

DEBUT DE LA POLICÍA DE ACCIÓN TÁCTICA. La flamante fuerza que vino a llenar el vacío de pacificación que nos dejó Gendarmería al irse de la ciudad hizo su debut: el domingo 4 de enero después de las 15 hs, durante la persecución de los sospechosos de haber robado una juguetería, la Policía de Acción Táctica asesinó de tres balazos a Jonathan Herrera de 23 años de edad, quien se encontraba en la puerta de su casa en barrio Tablada y que no alcanzó a esconderse de los disparos. Cuatro policías fueron procesados por el hecho, su abogado defensor apeló la prisión argumentando que «Son personas de bien, no delincuentes. No cometieron un acto doloso, sino más bien una negligencia por impericia por su escasa formación» y para rematar agregó «Respeto la posición del fiscal, pero me parece que hay animosidad por la sola condición de que son policías. Podemos hablar de negligencia, impericia, incumplimiento de deberes, que no obraron diligentemente, pero no de una acción dolosa. Lamentablemente la víctima se cruzó en la línea de tiro.» A estos argumentos se suman los que señalan su falta de experiencia, su juventud y hasta la miopía de uno de ellos. Pero para muestra sobra un botón.

PIDEN QUE VUELVA GENDARMERÍA. Cientos y cientos de oprimidos y explotados lamentan la retirada de Gendarmería Nacional. Así es, los mismos que saben que la policía es corrupta, asesina y se encuentra detrás de los robos y asesinatos a otros explotados piden más uniformados patrullando las calles. Lamentablemente el problema no va a solucionarlo ni políticos ni uniformados, porque el problema es la propiedad privada, la avidez de ganancia, la cultura de la competencia y el “sálvese quien pueda” que genera.
  
NOTICIAS Y SUICIDIOS. El 19 de enero un puñado de ciudadanos rosarinos sobreinformados por la TV y las mal llamadas redes sociales, fueron a manifestarse al Monumento a la Bandera por la confusa muerte del fiscal Nisman. Lo que ocultan o ignoran todos esos periodistas a sueldo y manifestantes ad honórem son otros casos más cotidianos: el 22 de diciembre en la comisaría 14ª de Venado Tuerto Sergio Loza de 19 años apareció ahorcado con los cordones de sus zapatillas. Justamente, un fiscal amigo de la yuta explicó a los medios que Sergio tenía los cordones «porque segundos antes se los habían entregado, ya que iba a ser excarcelado. El personal cuenta que lo dejaron pocos minutos solo en el lugar para realizar otra diligencia y fue en ese momento cuando se habría producido el suicidio». El día 30 de diciembre, Carlos González de 31 años fue encontrado pendiendo de una sábana en la celda de la Comisaría 2ª. Correpi señala que «Ambos “suicidios” llevan a 4.307 el total de casos registrados en el Archivo, y a 212 los ocurridos en el curso de 2014, lo que confirma lo que decimos cada año en Plaza de Mayo: los registrados son apenas una parte, ligeramente visible, de la enorme masa silenciosa de asesinatos cometidos por el aparato represivo estatal.»

domingo, 8 de febrero de 2015

Ellos no pueden parar la revuelta nro.2

Recibimos el segundo número de esta publicación que lleva por título: ¡Contra la Guerra Imperialista! (Primera Parte)

Sus editores/as nos dicen: «esta revista es un pequeño esfuerzo teórico-práctico internacional e internacionalista que apunta a la crítica radical de este mundo para subvertirlo, es una expresión y una herramienta –más- de y para la lucha revolucionaria de nuestra clase contra la bestia capitalista. Les alentamos y les agradecemos entonces su discusión, reproducción y difusión por todos los medios y latitudes posibles.»

Nuevamente han incluído un artículo de La Oveja Negra, esta vez A 100 años de la Primera Guerra Mundial: Ni guerra entre pueblos ni paz entre clases (nro.18) y puede encontrarse además un exhaustivo informe sobre la lucha de clases, la crisis y la guerra en Ucrania de la que mucho se ha hablado y tan poco se sabe.

La revista puede descargarse desde este enlace.