viernes, 19 de octubre de 2018

PALABRAS DE UN DETENIDO EN HAMBACH

A mediados de septiembre y durante dos semanas, la empresa RWE, con la asistencia de un gran despliegue policial de todo el país, intentó desalojar la ocupación del Bosque de Hambach, cerca de la ciudad de Colonia. El saldo fue de 5 encarcelados y un muerto. Dos de ellos fueron liberados a las dos semanas. A continuación traducimos la carta que publicó uno de ellos, bajo el seudonimo "Winter" (por razones de espacio no esta publicada en la versión en papel)

Nos encierran y castigan, porque pensamos y actuamos independientemente y decidimos por nosotros mismos qué es correcto y qué no. Esto es lo que nos hace humanos: ética, autonomía, independencia, empatía, pensamientos sobre la justicia del futuro, nuestra unidad de cuerpo, alma y espíritu.

Con todas estas habilidades viene una responsabilidad muy especial, ¿y quieren que deje esta responsabilidad de lado y actúe egoísta y despiadadamente? ¿Quieren que cierre los ojos y los oídos? ¿Que sea una cáscara vacía, un robot, que solo sigue órdenes? No puedo hacerlo.

¿Cómo pueden exigir que niegue mi humanidad, o que me subordine a los intereses de lucro de una compañía, o políticos hambrientos de poder? ¿Cómo pueden exigir que actúe como si el mañana no importara, a pesar de que todo en nuestro sistema se basa en el futuro?

De lo contrario, ¿qué son los seguros, los testamentos o pensiones? Somos humanos, y sabemos lo que es el “futuro”.

Entonces, ¿cómo pueden exigirme, participar en la destrucción de los medios de subsistencia nuestra y de nuestros hijos, destruir mi propio futuro?

No siempre supe esto, lo mucho que necesitamos el bosque. En regiones alejadas de la costa, que no haya bosque significa muy poca lluvia. Sin lluvia no hay agricultura y sin agricultura hay muy poca comida. Y no podemos comer, ni beber lignito-carbón. Si no se quiere entender esto, y se piensa que “son solo árboles”, lo vamos a entender una vez que sea demasiado tarde.

Me están diciendo que lo que estoy haciendo es bueno, pero que son los métodos equivocados. Que son demasiado extremos. Hmm. ¿Cuán extremo entonces es este desalojo? Mientras me alejaban del bosque pude ver nuevamente la larga fila de patrullas, máquinas, tanquetas, etc. Y sabía que solo era una parte, que el resto estaban dentro del bosque.

Casi tuve que reírme, por lo ridículo. Porque sabía que estamos ganando, no importa cómo termine.

Algunos no tienen nada por qué luchar. Nos llaman extremos porque somos diferentes, porque somos consistentes, porque defendemos aquello en lo que creemos. Porque no podemos parar, de lo contrario nos traicionaríamos a nosotros mismos. Estábamos sentados en la cima, apenas podíamos movernos. Apenas podía girar. Solo podíamos mirarnos el uno al otro, compartir palabras de coraje y consuelo. Vinieron de todos lados, cortaron el techo sobre nuestras cabezas, cortaron las paredes detrás nuestro. Nos destrozaron la vida en partes. ¿Y luego nos acusan de violencia?

A veces por las mañanas estaba agradecido. Por una maravillosa noche de descanso, por despertar en el lugar correcto, por la gran sensación de seguridad y satisfacción que tuve. Nunca lo supe: ¿estoy hablando con la casa del árbol o con el árbol? Fue una criatura. Una criatura que llevaba algo que construimos, una criatura con la que vivimos juntos, soñamos juntos. Estábamos preocupados por los árboles, cuando no llovía. Pensamos que, en algún momento, caerían al suelo, debilitados. Se estaban poniendo amarillos, pero son fuertes. Tuvieron que pasar por mucho. Es una injusticia bombear agua subterráneamente, ¡es una gran injusticia!

Se estaban riendo los represores mientras gritábamos de pánico, porque estaban poniendo en peligro la vida de nuestro amigo. Estábamos gritando y gritando, y cortaron la cuerda. Solo la tensión lo sostuvo. ¿Quién está cometiendo los crímenes? 

Los estamos asustando porque no encajamos en sus esquemas, porque nuestra lucha no es por el poder o el dinero, sino el amor a la vida misma, el impulso salvaje por la libertad y la ira hacia los que quieren que dejemos esto de lado. Si doy mi identidad, me dejarán salir de aquí. Entonces probablemente muchos dirán que soy culpable. Pero mi identidad no es algo escrito en una hoja de papel. Mi identidad es la que me hace ser humano, mi esencia, mi alma, todo lo que aprendí en este bosque, todo lo que la gente de allí me enseñó. Todo eso lo perdería si les dijera quién soy. Reducirme a estas pocas palabras. No usaré el privilegio injusto de un pasaporte alemán. Me mantendré en solidaridad con aquellos que, debido a la represión, no pueden dar su identidad. Soy un humano y lucho por la preservación de esta tierra. Todo lo demás es irrelevante

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