domingo, 6 de diciembre de 2015

CULTURA MACHISTA Y VICTIMIZACIÓN

La cultura machista no defiende al hombre, lo condena de una manera un tanto sofisticada —al igual que a la mujer: a la explotación, a la represión, a la sumisión, al maltrato y a la muerte. Los hombres encabezan las estadísticas de muerte por asesinatos, suicidios, adicción y hasta por accidentes viales. El machismo permite y alienta la muerte de hombres y mujeres, sin embargo no todo es lo mismo.

Muchos hombres, aún dañados por esta misma cultura, defienden su pequeña parcela de poder frente a la visibilización de la violencia contra la mujer. Argumentan pobremente desde un nuevo discurso políticamente correcto sobre la igualdad: «ni machismo ni feminismo», «la violencia es violencia, venga de quien venga». Veamos que, siendo que en los casos de violencia contra las mujeres son los hombres los que se destacan como agresores, la cuestión no se resuelve si encima se opina desde la pose del machito agresivo, o del bienpensante machista moderno que no dice abiertamente lo que piensa: que las mujeres son inferiores. Las estadísticas arriesgan ciertos números: el 90% de los hombres son asesinados por hombres y el 95% de las mujeres también. Pero cuidado, las estadísticas jamás revelarán ciertos “datos” de la realidad: las condiciones materiales de existencia de las que emanan todas estas situaciones.

Hay cuestiones generales, sociales que debemos analizar: cada agresión no es simplemente un hecho aislado y privado, una a una son constitutivas de un problema social, y por lo tanto no hay soluciones aisladas y privadas. De esa manera hablamos del hombre y de la mujer en general, no haciendo referencia a cada individuo, sino al sujeto social. A sabiendas de que tampoco ni todos los hombres ni todas las mujeres están en las mismas condiciones,  y nos referimos explícitamente a que cada hombre, así como cada mujer, integra una de las dos clases sociales antagónicas en esta sociedad. Y no se trata de todo o nada, de dejar de lado los casos puntuales hasta que se resuelva el problema completamente, de lo que se trata es de no perder de vista ni el enfoque general ni la raíz del problema. Se trata de salir de las vidas privadas que nos impone esta forma de privación de la vida, esta no–vida bajo el capitalismo.

Se trata de hacer fuertes a las niñas y niños para que sepan defenderse y detectar a los agresores antes de que pasen a la acción. Se trata también de combatir una cultura misógina que se concreta en cada uno desde la infancia. Sin embargo, toda lucha es incompleta si no atacamos una sociedad que nos objetiviza y cosifica, no sólo frente a la mirada del violador o del violador reprimido que manosea cuerpos con su mirada y en silencio.

¿Cómo enseñar a las niñas y niños a no ser violadas o a no violar mientras nos veamos unos a otros como objetos de satisfacción individual? Satisfacción que puede ser sexual, emocional o económica pero con un denominador común: el egoísmo de emplear al otro como un instrumento para complacerse a uno mismo. ¿Cómo crear una nueva cultura del respeto mientras se fomenta el ascenso social, el pisarle la cabeza al de al lado, el egoísmo y el narcisismo? ¿Cómo plantear relaciones respetuosas si están basadas sobre el ideal de la propiedad privada? ¿Cómo proponer una plenitud humana si somos fragmentados como seres?

Somos cosificados, separados, medibles, cuantificables, pero aún somos seres humanos, en una existencia contradictoria, y es esa contradicción la que queremos hacer estallar. Y la lucha por hacer volar este orden social precisa necesariamente de otra forma de abordar nuestro mundo. Bajo el capitalismo, en la contradictoria existencia de sobre–vivir, somos empujados a ser seres frustrados, pasivos, traumatizados, aburridos, ansiosos y banales, sumidos en la necesidad del dinero. Es en la lucha contra esta forma de no–vida que vamos descubriendo diferentes maneras de relacionarnos, limitadas pero de una fuerza indomable.

Es en esta lucha que debemos combatir, entre tantas otras cosas, la imagen que crea la cultura machista y un gran sector de la ideología feminista, de una mujer frágil e indefensa, prácticamente estúpida y víctima de la violencia del hombre. Esta caricatura es ampliamente utilizada por el Estado, pues así desearía que fuera cada ciudadano. Y cada patriarca la instrumentaliza para sí y para mantener intacto el orden social, sea actuando de padre, marido o hermano protector, de militante–mendigo de leyes, de patrón o de gobernante.

Es imposible, desde la construcción de una identidad propia en función del rol de víctima, aspirar a la destrucción de esta sociedad opresiva porque esto amenazaría la seguridad de ese y otros roles fijados. Esto no implica desconocer el sufrimiento de las víctimas, pero sí advierte que ese rol que se autoperpetúa sólo genera más víctimas, cuando puede haber otra forma de pararse frente a la violencia. Desde el victimismo se busca aliados y culpables mas no solucionar la situación, incluso se refuerzan los vínculos de agresión y opresión. ¡Seamos sujetos que toman su destino en sus propias manos y no víctimas!

Desde la construcción de una identidad propia basada simplemente en función de nuestros genitales o deseos sexuales tampoco es posible aspirar a la destrucción de una sociedad opresiva.

Cuando nos referimos a explotadores y explotados, no nos referimos a aislados vínculos interindividuales, sino a relaciones sociales, de clases sociales. Decimos que no están aisladas no simplemente porque son casos que pueden sumarse, sino que son hechos que forman parte de una totalidad. Ocultar la existencia de clases antagónicas y reducir los problemas sociales a situaciones personales o grupales, fomenta y consolida la ideología dominante. De este ocultamiento parte la imposibilidad de pensar y actuar en comunidad y en función de ser y hacer un cambio revolucionario de este modo de organizar la vida social.

Mujeres y hombres, proletarias y proletarios estamos juntos en esto, en una realidad inseparable, y sólo abordando esta realidad como un todo y unidos es cómo podemos luchar por una vida mejor.

CAMBIAMOS DE AMO

El domingo 22 de diciembre se realizó en toda la República Argentina el ballotage presidencial para dirimir quién manda en el poder ejecutivo durante los próximos 4 años. Los contendientes eran el oficialista Daniel Scioli y el opositor Mauricio Macri, quien venció luego de una dura carrera en la cual tuvo que buscar montones de alianzas entre todo el arco opositor.

Breves horas después de triunfar, dio una conferencia de prensa en la cual se centró especialmente en reforzar las promesas en torno a las políticas económicas que desarrollará durante el principio de su mandato. No hay que ser experto en economía ni ser muy memorioso para concluir que estas son terriblemente contradictorias entre sí. Repasémoslas:
  •     Apertura de las importaciones
  •     Fin del cepo al dólar
  •     Unificación del tipo de cambio a 1 dólar = 15/16 pesos
  •     Subir de forma real (ajustado a la inflación) la base imponible del impuesto a las ganancias
  •     Reducción de la inflación a un 5% anual
  •     Mantenimiento y mejora de las asignaciones sociales
  •     Eliminación de las retenciones al trigo y el maíz y reducción de las de la soja
  •     Aumento de la jubilación
  •     Cese de emisión monetaria
Ejemplificando, la inflación no hará más que crecer si se quita el cepo al dólar. Ni tampoco se podrán otorgar igual o más asignaciones sociales si el Estado continúa el camino deficitario de los últimos años, recaudando incluso menos con la baja de retenciones.

Pero no buscamos comprender estas inconsistencias para repetir el clásico «los políticos mienten», lo hacemos para reforzar el hecho de que son inconsistentes con las necesidades de acumulación del Capital en la región, que es a quién realmente debemos enfrentarnos. Tenemos que comprender de dónde proviene nuestra miseria, rechazando las distintas formas que nos proponen para administrarla. Que los proletarios nos volquemos a tratar de intervenir en política monetaria, política fiscal, deuda externa, etc.; no puede hacer más que reforzar la explotación, confundirnos y separarnos cada vez más de nuestros intereses. Una cosa es comprender la economía y la política para criticarlas y atacarlas, y otra cosa muy distinta es participar en ellas o pensar que pueden resultarnos útiles. No podemos pretender salir de esta situación con la misma lógica que nos trajo hasta aquí. Con esta distinción clara, pretendemos comprender un poco…

Para Macri será imposible cumplir con sus propuestas, más aún con un banco central prácticamente sin reservas de dólares, en un contexto de profundización del déficit fiscal, y con el grueso de los fondos de la ANSES invertidos. Posiblemente el nuevo gobierno hará un pacto con el sector burgués de su preferencia, la burguesía agraria, bajando de inmediato las retenciones para que vendan la soja almacenada en los silos, que se calcula en un valor de U$S8800 millones, buscando así el ingreso de dólares al país.

Pero aún eso no sería para nada suficiente. La única perspectiva viable con este panorama es el pedido de crédito al mercado internacional. ¿Vuelta a la deuda? ¿O será que nunca se abandonó esa estrategia? Dos de las históricas enseñas kirchneristas —superávit fiscal y desendeudamiento—, volverían, luego de años extremadamente ventajosos para el país en los mercados internacionales, a su estado habitual. Y si bien los K pondrán el grito en el cielo, sabemos que esta vuelta al endeudamiento y déficit fue un producto evidente de las políticas económicas de su gobierno, un desenlace que hábilmente se fue postergando para lanzárselo al que siguiera, ya fuera alguien completamente ajeno –Macri– como alguien cercano pero no tanto –Scioli–, con la ¿esperanza? de sentar las bases políticas para el retorno del “verdadero” kirchnerismo en 4 o menos años, con credibilidad renovada.

Hace varios años ya que los políticos vienen haciendo malabares para que el desacople económico de la región no sea tan notorio, pero finalmente hemos entrado en una situación crítica. Ya no hay más consumo financiado por el Estado que valga, ni emisión de dinero para pagarle a la creciente mano de obra estatal. Llegó la hora del ajuste y el kirchnerismo tuvo la habilidad de retardarlo lo suficiente.

El panorama para nosotros los explotados es clarísimo: disminución del salario real, quita de ayudas sociales, aumento de las tasas de interés, mayores cargas impositivas, recortes en subsidios a servicios como gas, energía y transporte. A la burguesía de la región se le terminó esta breve época dorada y no dudará en hacernos sentir todo el peso de la catástrofe económica. Tampoco hay ninguna duda que el grado de represión callejero, hacia militantes y jóvenes —récord y orgullo kirchnerista si de gobiernos parlamentarios hablamos— se mantendrá, y probablemente profundizará.

Si no cambia todo no cambia nada
 
En pocos períodos históricos de esta región nuestra clase ha estado tan desorientada, tan falta de sus posiciones históricas, de todo lo que la hace ser una clase revolucionaria, y no solo una clase para la reproducción de Capital.

Sobrarán razones para salir a la calle, y lo importante será entonces intentar disminuir o mitigar el efecto del anti–macrismo que se desarrolló en los últimos años y más específicamente en los últimos meses. Es vital entender que si bien Macri y todos sus lacayos se merecen nada más que una muerte horrible, él no es el epicentro de todos nuestros problemas, es solo un representante más del Capital en esta región, y como tal cumple su rol de manera adecuada. Estar contra Macri pero no contra el resto de las expresiones políticas equivale a defender y avalar la tragedia capitalista, y colabora en la confusión de otros y otras proletarias.

A los jóvenes K no les faltará ocasión para salir a reclamar y hacer barullo ante la menor amenaza del gobierno. Formaran filas ordenados detrás de sindicalistas, referentes regionales y todos sus jefecillos. Junto con inocentes izquierdistas ya están pidiendo a través de redes sociales que el mismo gobierno que impulsó la ley antiterrorista ahora la derogue. Llamarle ilusos es quedarse cortos… Lamentablemente comparten con gran parte de la población una enorme ignorancia respecto de la dinámica capitalista que rige nuestras vidas, llegando a ridículas nociones, como considerar que el conflicto interburgués es mucho más poderoso y relevante que el antagonismo entre clases sociales.

No es nuestra primera expresión en torno a este tema y nuestras posiciones al respecto son invariantes. Sea quien haya sido el ganador de estas elecciones, nos encontrará en pie de lucha y esperando que seamos cada vez más los que expresemos en la práctica posiciones anticapitalistas y antidemocráticas.
 
Afirmamos nuevamente ¡Contra el Estado y el Capital! ¡Revolución social!

NO VAMOS A PERDER LAS CONQUISTAS LOGRADAS...

Macri no va a derogar la ley antiterrorista que la década ganada supo conseguir. Los petroleros de Las Heras van a continuar condenados así como todos los que se animen a asomar la cabeza frente al atropello patronal y estatal. En materia de represión, tortura y asesinatos Cambiemos va a mantener, y quizás hasta superar, los records alcanzados por el Frente para la Victoria.

Podremos seguir pagando en cuotas, sacrificándonos y endeudándonos para alcanzar la felicidad mediante el consumo. Eso nos enseñaron ya en “los 90” y nadie nos los va a arrebatar.

Barrick Gold, Chevrón y Monsanto ni se enterarán del cambio de gobierno de turno y podrán seguir, desde este país, destruyendo el planeta y a nosotros con él.

El aborto va a permanecer ilegal así como la santa Iglesia lo requiera. Y la Argentina continuará adulando al papa “Francisco” y sintiéndose orgullosa de él.

Por un futuro más futuro habrá que olvidar las diferencias de clase y tirar todos para el mismo lado, que estén los chupasangre de Cambiemos en el gobierno es una buena excusa con la que intentan entretenernos en pugnas interburguesas y olvidar que nuestros intereses son antagónicos a los de los opresores y explotadores.

MEMORIA: LOS CONDENADOS DE LA PATAGONIA

La tierra pronto va a dar otra vuelta alrededor del sol y nuestros compañeros siguen luchando. A veces en localidades vecinas al pueblo santacruceño de Las Heras; otras cerca nuestro en actividades solidarias y de difusión lejos de su casa, donde los campos ya no son sinónimo de operadoras petroleras sino de agro–tóxicos y fumigaciones.

Parece increíble, pero aún hoy puede haber quien no sepa sobre la adversidad que enfrentan los amigos, familiares y, fundamentalmente, los condenados de Las Heras, acusados sin pruebas de asesinar a un perro de la burguesía, a un policía.

Así que lo diremos brevemente: el día 12 de diciembre del año 2013 la Cámara Oral Criminal de Caleta Olivia (Provincia de Santa Cruz) condenó a diez trabajadores del petróleo, una de las actividades productivas más comunes de la zona. «Los condenados fueron llevados a juicio acusados por el homicidio del policía Jorge Sayago, ocurrido durante una pueblada en 2006, la cual fuera provocada tras la detención de un referente petrolero en el marco de una lucha que éstos venían librando para lograr su encuadramiento sindical en la rama productiva que les correspondía, incorporándose así a un convenio colectivo con mejores escalas salariales y condiciones de trabajo. También demandaban la suba del mínimo no imponible, monto a partir del cual los asalariados tributan el impuesto a las ganancias.

Ramón Inocencio Cortez, José Rosales y Hugo González fueron condenados a prisión perpetua por homicidio agravado. Franco Padilla, por tener 14 años en el momento del hecho, fue sometido a “tratamiento tutelar”. Pablo Mansilla, Carlos Mansilla, Daniel Aguilar, Néstor Aguilar y Rubén Bach recibieron cinco años de prisión por coacción agravada. Darío Catrihuala, quien supuestamente disparó el arma contra Sayago y otros dos policías, recibió también cinco años de prisión por lesiones graves calificadas. Juan Pablo Bilbao y Alexis Pérez, quienes nunca fueron mencionados en ninguna declaración durante ni previa al juicio, fueron sobreseídos.» (Extraído de libertadalospetroleros.blogspot.com.ar).
Los compañeros fueron detenidos sin prueba alguna entre los años 2006 y 2009, y torturados física y psicológicamente para arrancarles testimonios, tras lo cual se les rearma la causa en el año 2010. Causa en la que ya se sabe solo pudieron probarse los apremios ilegales y las torturas recibidas.

La historia también es el tiempo presente

La Gendarmería, el Estado, la huelga, la cárcel y la policía, las noches de terror que se vivieron: realidad social de los explotados que no es solo patrimonio de antiguas gestas heroicas, sino que reaparece permanentemente en nuestro devenir histórico a través de la contradicción que estalla entre el Capital y el proletariado, entre las fuerzas opresoras y las fuerzas oprimidas. Tales contradicciones, que se expresaron ayer y hoy, constituyen el motor fundamental para desencadenar procesos de transformación en los que el potencial históricamente acumulado de los oprimidos se enfrenta a la opresión unilateral e indiscutible del mundo burgués. Asumir nuestro lugar en el conflicto entre dos clases antagónicas implica necesariamente comprender el proceso completo de la realidad, no solo sus efectos con sus posibles responsables en lo inmediato, sino también sus causas. En definitiva, las contradicciones sociales que generan dichos efectos. Para abrirle paso a una actividad realmente transformadora en nuestro medio social, para que ésta barra con las falsas criticas al reino del Capital, aquellas que hablan por ejemplo de males menores en la competencia de las fuerzas dominantes de nuestro tiempo, que hablan de “criticar lo criticable”, y que con esa gradualidad tan recurrente en boca de los imbéciles, exclaman que no todo es opresión y desigualdad, que existe una dominación justa, aceptable.

La realidad social a la que nos referimos es también una construcción histórica. Así, todas las explicaciones de lo real están también atravesadas por los intereses de los grupos de poder construyendo consenso y disciplinamiento en torno a naturalizar y asumir ciertos hechos que nada tienen de naturales, y mucho tienen de contingentes. La contingencia no golpea a cualquiera, no es azarosa. Presente y pasado, según lo vemos, son fundamento uno del otro, y en esa unidad contienen la miseria y la rebeldía que fermenta tras siglos de penurias vividas entre todos nosotros, por todas nosotras.
A través del ejercicio crítico de la memoria proletaria podemos vincular estrechamente la particularidad a la vez que la generalidad en la que el capitalismo se reproduce y transforma mediante la explotación del trabajo humano. Que esta condena sea un punto de llegada a comprender las implicancias de la Justicia impartida por los tribunales de la burguesía también puede ser un punto de inicio si asumimos las tensiones sociales y potencialidades disruptivas de nuestro tiempo: «¡Quien tiene el hierro tiene el pan!»

 * * * * * *  

Jornada de difusión en Rosario:
A dos años de la condena: ¡Libertad a los petroleros de las Heras!
¡Contra el Estado y sus cárceles! Los gobiernos pasan, ¡la lucha continúa!
Viernes 11 de diciembre a las 18 hs. Plaza Sarmiento

martes, 24 de noviembre de 2015

Traducción al checo, francés e inglés de ¿REVOLUCIÓN EN ROJAVA?

 

Al confeccionar el artículo ¿Revolución en Rojava? habíamos consultado algunos artículos del grupo TŘÍDNÍ VÁLKA de República Checa, hoy recibimos un email donde estos compañeros nos envían traducciones a tres idiomas y hacen la siguiente introducción:

«Publicamos aquí una contribución (hemos traducido desde español a francés, inglés y checo) que sintetiza una serie de discusiones sobre la situación de Rojava. Este texto proviene de militantes que afirman adherir al movimiento anarquista, basados en la ciudad de Rosario, Argentina, y fue publicado originalmente en su boletín La Oveja Negra.
Recibimos con alegría el esfuerzo de estos militantes en su crítica comunista del movimiento social que está ocurriendo frente a nuestros ojos, sin caer en ilusiones de estéticas o romanticas visiones demasiado a menudo escuchadas sobre Rojava y sobre otras luchas de nuestra clase. Desafortunadamente, muy pocos textos críticos circulan en la actualidad sobre la "Revolución en Rojava" y la "Cuestión Kurda", especialmente en español.
Un último y pequeño comentario: los compañeros de La Oveja Negra atribuyen erroneamente (en las notas al pie) la realización de dos textos que de hecho, solo hemos traducido, presentado, publicado en nuestro blog y difundido internacionalmente. Esto debía ser dicho.»


Como finalizábamos dicho texto, volvemos a exclamar: ¡Revolución social, mundial y total!

jueves, 12 de noviembre de 2015

AUDIO: PRESENTACIÓN DEL LIBRO

Audio de la presentacion del libro Boletín La Oveja Negra. Selección de textos febrero 2012 - agosto 2015. Realizada el 7 de noviembre de 2015 en la Feria del libro y difusión anarquista de Buenos Aires.

Escuchar y/o descargar

lunes, 9 de noviembre de 2015

¡LA OVEJA TIENE SU LIBRO!

Boletín La Oveja Negra
Selección de textos
febrero 2012 - agosto 2015


184 p., 206x145 mm
ISBN 978–987–29441–6–2
Octubre de 2015. Rosario, Argentina.
Lazo Ediciones 

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Con la siguiente selección de artículos queremos rescatar muchas de las reflexiones que hemos compartido en el boletín La oveja negra desde su inicio. Un boletín tiene la cualidad de circular fácilmente de mano en mano, escabullirse entre diferentes espacios y llegar a una gran cantidad de personas. Pero esa fugacidad favorece también que a las pocas semanas las hojas puedan perderse en la constante actualización de informaciones, entre la rutina y la falta de tiempos. Una de las intenciones de editar este libro es evitar que esto ocurra, ya que si bien muchos de estos artículos tratan sobre “actualidad”, hay cuestiones de fondo que exceden a la circunstancia particular e inmediata. La propuesta ha sido siempre no perder de vista lo histórico frente a lo inmediato, lo total frente a lo parcial. He ahí su vigencia y fortaleza, su mejor excusa para ser algo más que una gaceta. No hemos escrito noticias, ni informaciones; partimos de los sucesos, de los hechos, para reflexionar sobre esta realidad y la necesidad de su transformación. ¿Qué sentido podría tener reflexionar sobre este mundo si no es para cambiarlo?

Compartimos a continuación la presentación que preparamos para el libro:

PRESENTACIÓN

Con la siguiente selección de artículos queremos rescatar muchas de las reflexiones que hemos compartido en el boletín La oveja negra desde su comienzo. Un boletín tiene la cualidad de circular fácilmente de mano en mano, escabullirse entre diferentes espacios y llegar a una gran cantidad de personas. Pero esa fugacidad favorece también que a las pocas semanas las hojas puedan perderse en la constante actualización de informaciones, entre la rutina y la falta de tiempos. Una de las intenciones de editar este libro es evitar que esto ocurra, ya que si bien muchos de estos artículos tratan sobre “actualidad”, hay cuestiones de fondo que exceden a la circunstancia particular e inmediata. La intención ha sido siempre no perder de vista lo histórico frente a lo inmediato. He ahí su vigencia y fortaleza, su mejor excusa para ser algo más que una gaceta. No hemos escrito noticias ni informaciones; partimos de los sucesos, de los hechos, para reflexionar sobre esta realidad y la necesidad de su transformación. ¿Qué sentido podría tener reflexionar sobre este mundo si no es para cambiarlo?

Conmocionar el mundo con el solo acto del pensamiento es imposible. Reflexionar solitariamente no es un fin en sí mismo, es a lo sumo la consecuencia de una actividad común, que implica algo más que el pensamiento. Al momento de proponer un artículo para el boletín, si bien la intención surge de un compañero, en ocasiones más de una persona hemos tenido la misma intención sin comunicárnosla previamente. Como puede constatarse a simple vista, los artículos del boletín no están firmados, y eso se debe a que se trata de un proceso colectivo en el que se pone en común un borrador o simplemente una intención, que luego se aborda entre todo el grupo editor. No somos partidarios de la advertencia que reza «El grupo editor no se responsabiliza por los artículos firmados». Queremos difundir lo que suponemos es preciso y necesario difundir, la libertad de expresión se la dejamos a los defensores de las libertades democráticas.

La oveja negra no es una tribuna de opiniones o una vidriera donde cada uno pueda mostrar su individualidad. En estos tiempos en los que se publicita y se convence de que lo mejor es que cada satisfacción sea resuelta individualmente, en los que se promociona la competencia y el destacar sobre los demás, nosotros estamos por lo contrario. Logramos una homogeneidad de posiciones revolucionarias y una misma intencionalidad. Esto no se logra simplemente en las reuniones para la confección de un periódico, pero, sin duda, ponerse juntos con empeño en un mismo proyecto colabora mucho con ello. Es muy grato ver cómo en ocasiones resultan irreconocibles las oraciones y los párrafos iniciales de un artículo en construcción, cómo los egos individuales se diluyen en la discusión y en la creación colectiva.

Otra satisfacción compartida es poder mantener la constancia en la periodicidad del boletín. Al comienzo lo realizábamos cada dos meses y luego sentimos necesario hacerlo una vez al mes, al notar que teníamos más cuestiones para compartir y que ya no entraban en una sola hoja (tampoco queríamos transformar la publicación en una revista).

La oveja negra es gratuita pero esto no significa que no cueste dinero hacerla. Sin embargo, el financiamiento del proyecto no puede volverse un fin en sí mismo, ni tampoco un obstáculo para su realización. Encontramos que la manera más simple de hacerlo es aportando entre los editores y entre personas interesadas que colaboran cuando pueden. En muchos casos son las mismas personas las que se llevan algunas copias para difundir en los lugares que frecuentan, a sus amigos, conocidos; así como otros las imprimen por sus propios medios, incluso en otras ciudades y países. Compañeros desconocidos de otras regiones del mundo han traducido textos de La oveja negra al griego, al italiano, al francés, al inglés o al alemán, poniéndolos a circular por la web.

El internacionalismo es para nosotros esencial, y no nos referimos solo a compartir con compañeros de otras regiones, sino a pensarnos y a actuar como una expresión mundial desde el primer momento, como parte de una misma clase, con las mismas necesidades. Desde siempre los revolucionarios hemos afirmado la necesidad de trascender las fronteras, formales o informales, que impone el Capital. Esto debe verse reflejado en cada uno de nuestros actos.

Un proyecto de estas características está al alcance de cualquiera que se proponga hacerlo, se trata de tener constancia y esforzarse lo necesario. Sin ser un profesional de cada especialidad, ni aprendiéndolo en la universidad, se puede escribir, corregir, diagramar, ilustrar, imprimir y distribuir.

En esta selección de textos han quedado fuera algunos artículos, principalmente de la sección Rosario se pone la gorra, cuyas palabras versan sobre las amargas novedades represivas de la ciudad en la que habitamos. Así como también han quedado fuera una buena cantidad de la sección Memoria, donde intentamos recuperar la historia de nuestra clase, particularmente sus momentos más combativos o críticos. Interiorizarse en la función que cumplió el antifascismo en la región ibérica en 1936 no es un ejercicio de investigación, sino que es importante para estar alertas hoy a los cantos de sirena del antifascismo actual. Así como conocer las revueltas proletarias del pasado no es para curiosear en la historia sino para tomar noción de la posibilidad siempre presente de atacar esta sociedad, y para sacar importantes lecciones de esas experiencias de lucha.

Del mismo modo, averiguar cómo han actuado y actúan partidos, sindicatos y demás recuperadores de la lucha en esta y otras regiones, es un perfecto antídoto para luchar fuera y contra esas trampas y no lamentarse luego por supuestas traiciones.

A cada momento encontramos la relación entre lo parcial y lo total, entre lo internacional y lo local, es notorio en cada artículo de este libro. Deseamos de todo corazón seguir aportando en esa misma dirección. Queremos contribuir a la lucha contra el Capital y su Estado, tanto a los compañeros cercanos como a los lejanos, a los conocidos y a los desconocidos, venga de tal o cual movimiento. Para hacer y ser la revolución.

Los editores.
Biblioteca y Archivo Histórico Social «Alberto Ghiraldo»
Primavera de 2015. Rosario, región argentina.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

GANE QUIEN GANE...

Otra vez votaciones. Nada nuevo bajo el sol, los nuevos y entusiastas votantes se van preparando para ser lo que quizás ya sean sus padres o abuelos: esos ciudadanos que dicen «yo no lo voté» u «otra vez me cagaron, yo no confío más en nadie», aunque se olviden y vuelvan a votar para ser nuevamente “traicionados” en las próximas elecciones.

Ya está clarísimo cuáles son las concordancias entre los dos candidatos disponibles en el balotaje del 22 de noviembre. Scioli y Macri, candidatos a presidir el poder ejecutivo durante los siguientes cuatro años, cuentan con el aval del Council of Americas (1), son aliados del conservadurismo católico, tienen un enfoque represivo ante el conflicto social y demás características propias de quienes aspiran a gobernar a una población. No hace falta ser intelectual, abnegado militante o insufrible comentador de Facebook para darse cuenta. Si se busca en este texto una crónica ácida de las elecciones, una exhortación sentimental acerca de lo bien que nos fue con el “modelo” o un frío oportunismo para darte razones, convencerte o recomendarte que votes en blanco, podes seguir de largo, la razón de estas líneas es otra.

Porque hay elecciones no podemos olvidarnos que el Capital y todos sus Estados nos explotan y oprimen día a día ¡si las elecciones son justamente parte importantísima de toda esa explotación y opresión!

Desde una perspectiva de lucha que oriente sus fuerzas a acabar con los problemas de raíz, resulta muy preocupante cómo en cada una de las últimas elecciones aumenta la participación de explotados en escoger a sus verdugos. De la apatía y el “voto bronca” en 2001, hoy nos encontramos en una circunstancia en la que cada ciudadano siente una profunda responsabilidad ante la urna. Votar no sería ya una obligación impuesta por el Estado sino un profundo deber cívico y ético, una responsabilidad individual que cambiaría drásticamente el rumbo de nuestras vidas. Así, en estas elecciones, muchos van a votar “con la nariz tapada” lo que suponen es el mal menor. Entre ellos, muchos se horrorizan de quienes no votan y los incitan a hacer “algo importante” cuando su propuesta es meter un papel en una urna.

Ayer a quienes se oponían a todo este entramado de muerte –incluyendo las elecciones– se los reprimía ferozmente. Hoy la represión física no está en desuso, pero se la acompaña de métodos más sutiles. No se busca simplemente apalearnos, sino producirnos como “sujetos políticos”, dándonos una identidad política para fragmentarnos como clase explotada. Así habría buenos ciudadanos que votan y, por otro lado, “extremistas”, “funcionales a la derecha”, etc.

A los votantes de Scioli, dentro de su propio discurso, no tenemos argumentos para darles. Porque rechazamos de cuajo la idea de que las soluciones vengan del Estado, no comulgamos ante ninguna vieja novedad, ninguna promesa, ningún progresismo, ninguna “nueva” izquierda, ningún «desde el Estado se puede» que se nos ha impuesto a los explotados de todo el mundo a sangre y fuego durante décadas.

Es necesario comprender que los proletarios no quedamos a merced del Capital y el Estado porque los gobernantes sean cada vez más de derecha, sino que éstos son de derecha porque previamente fuimos quedando a su merced. A su vez, cuando candidatos de izquierda tienen posibilidades de ganar las elecciones no significa que estamos avanzando. A muchos “expertos de la revolución” les encanta decir que las disputas electorales son un reflejo de la conciencia del proletariado. En realidad, son siempre un ataque contra el proletariado, y si algo ha reflejado el avance de la izquierda en la historia es la necesidad de poner un freno a las luchas de nuestra clase. La oposición entre lo “regresivo” y lo “progresivo” juega un papel fundamental en nuestro sometimiento.

Uno de los dos va a ganar, es inevitable, pero eso es posible porque antes ya ganó la burguesía. Ganó con su ideología, ganó cuando destruye el mundo con su modo de producción. Ganó antes de contar el primer voto, con sus separaciones, con sus falsas críticas.

La precarización que vivimos acaba precarizando nuestras rebeliones, nuestros deseos. Lleva a tantos y tantas a soñar con un empleo estable y un salario correcto. Esos sueños caben en las urnas porque son promesas que algún gobierno puede llegar a cumplir para algunas personas, son las salidas individuales, el sálvese quien pueda propio del capitalismo, y no del menemismo o de la década del 90 que son simplemente momentos en la historia del Capital.

En ese mismo camino van todas las “conquistas” que supo conseguir esta década kirchnerista. Nos quieren hacer tragar que una mejor vida es posible gracias a más leyes y más cuotas. Nos quieren hacer tragar que una mejor vida es posible gracias al amparo de la ley y al consumismo. Que en la Argentina se dio una reconstrucción de lazos sociales destruidos durante la dictadura cívico–militar y el menemismo. La confianza en el Estado, la fe en la democracia y el anhelo de acceder a más mercancías no es la reconstrucción de una sociabilidad más humana, sino todo lo contrario.

En esa misma lógica nos dicen que Videla es peor que Menem, que es peor que Macri que es peor que Scioli. Cada mal mayor es menor en comparación con otro, y así hasta el infinito… Pero no se trata de males menores y mayores que se desconocen uno al otro, no se trata de momentos extraordinarios, progresivos o regresivos, sino de la misma sinfonía capitalista con sus necesarias e inevitables variaciones.

En este balotaje uno de los dos candidatos va a ganar, y lo que hemos planteado hasta aquí no tiene solución ni en esta ni en las próximas votaciones, porque no tiene solución en el voto. Tampoco hay solución a corto plazo, no tenemos promesas que hacer porque no somos políticos de ningún tipo. Tampoco ocultaremos la dificultad que obviamente supone una revolución total de las condiciones existentes, ni mucho menos la presentaremos como la necesidad de un “cambio” de esos que nada cambian, tan a la moda hoy. La necesidad de revolución es tan vieja como la explotación y la opresión, y sólo puede ser obra de los mismos explotados, no de una vanguardia ni de un grupo mesiánicamente autoproclamado. Si de dar un pequeño paso se trata, este sería quizás empezar a dejar de confiar en quienes pretenden representarnos, y asumir que éstos no hacen más que cumplir roles en la dominación capitalista. Para acabar con todo esto hay que comenzar a buscar y enfocarse en la raíz de los problemas: el Capital y su Estado. Y ninguna coyuntura debe hacernos olvidar que jamás habrá coincidencia entre los intereses de los explotados y los explotadores.


Notas:
(1) El Consejo de las Américas está conformado por las principales empresas internacionales de la banca y las finanzas, servicios de consultoría, productos de consumo, energía y minería, manufactura, medios de comunicación, tecnología y transporte. Con monstruos de la talla de: Barrick Gold Corporation, BlackBerry, Cargill, Coca–Cola, Exxon, Ford, General Electric Company, Goldman Sachs, Google, Hewlett Packard, IBM, Johnson & Johnson, Kraft Foods, Mc Donald, Microsoft, Monsanto, Pepsico o Visa, entre tantas otras.

HABLANDO CON LAS PAREDES: «NO REGALEMOS EL ESTADO»

Los inconformes hacen hablar a las paredes para reflexionar, para agitar, para sorprender al transeúnte distraído. Nosotros queremos hablar con las paredes para profundizar lo que gritan.

Mientras los izquierdistas más refinados discuten acerca de modelos económicos y políticas de Estado, al ciudadano promedio se lo trata de convencer con todo tipo de bajezas como «poder cambiar el auto», «poder seguir viendo los goles antes de las 9», o un supuesto «seguir aumentando los salarios».

Para pensar acerca del fondo de toda esta lógica macabra, en las paredes nos topamos también con la frase «No regalemos el Estado». Dejando ridiculeces e hipocresías de lado, este discurso sigue apelando a la idea bastante común de que el Estado es una herramienta neutral que podríamos usar a nuestro favor de alguna manera. Idea que tanto ha debilitado históricamente a la lucha de nuestra clase. En esta ocasión, recordamos una vez más que:

«El Estado no es un enemigo por razones de gusto, afinidad moral o antipatía ideológica. Lo es en tanto estructura de poder fundamental que garantiza nuestro sometimiento al trabajo asalariado, que permite y defiende la destrucción de la naturaleza en pos de la producción económica y garantiza la guerra como método de reorganización económica y de control social.

Es nuestro enemigo, no porque quienes detentan el poder sean malas personas o estén motivados por ciegas ambiciones; es nuestro enemigo porque organiza y ordena el sometimiento de nuestras vidas en armonía con el Capital ¡porque es el gobierno del Capital!» (Cuadernos de Negación Nro. 4)

MEMORIA: AGRUPACIÓN «LOS AMIGOS DE DURRUTI»

«Somos anarquistas. Queremos la emancipación absoluta de la clase trabajadora. Recogemos el espíritu de nuestro camarada Buenaventura Durruti y el ambiente revolucionario del 19 de julio. Somos enemigos de la burocracia, de los privilegios y de los entorchados. Somos luchadores de la revolución… No idolatramos a ningún camarada. Pero Buenaventura Durruti, es uno de los valores más positivos de la revolución. Por su recuerdo y por nuestros ideales, siempre adelante.» (Balius, citado por Miquel Amorós en La revolución traicionada). Con estas palabras se presentaba la agrupación nacida al calor de la lucha revolucionaria en la región española, durante 1937. Su constitución respondía a la necesidad de un grupo de proletarios por combatir el decreto de militarización de las milicias dictado por el gobierno colaboracionista, en el que participaba la CNT, «porque —según Balius— éste entregaba por entero las milicias al control del Estado capitalista y entregaba los mandos a los militares de profesión, casi todos ellos desafectados a la revolución que anhelaba el proletariado español, y gran parte de ellos de dudoso antifascismo.» El 4 de noviembre de 1936 la CNT había pasado a ocupar cuatro carteras en el Gobierno de la República, completando el proceso de restauración del Estado emprendido por el socialdemócrata Largo Caballero (PSUC). Esa misma noche Durruti pronunció por la radio un discurso que mantuvo en vilo al proletariado catalán. «Las palabras de Durruti —escribiría Balius— que resonaron con intensa emoción en el firmamento barcelonés, encarnan el genuino pensamiento de la clase trabajadora. Durruti afirmó rotundamente que los anarquistas exigimos que la Revolución tenga un carácter totalitario. Y que los camaradas que con tanto tesón se enfrentan al fascismo en los campos de batalla, no están dispuestos a que nadie escamotee el contenido revolucionario y emancipador de la hora presente.» (en Miquel Amorós). «Que la Revolución fuese totalitaria, en lenguaje anarquista de la época, significaba que debía afectar a todos los aspectos de la vida social y económica. Días más tarde, tras ese discurso que su muerte convirtió en testamento, Durruti recibía un tiro en Madrid.» (Miquel Amorós) El Amigo del Pueblo, órgano de difusión de Los Amigos de Durruti creado después de mayo del 37, publicaría en el nro. 11 de su periódico, un fragmento de un artículo anónimo sobre Durruti: «Cayó en Madrid, [con] el corazón atravesado por una bala facciosa —o supuesta amiga—. ¿Quién disparó? El asesino sabía en uno u otro caso, que al buscar el gran corazón de Durruti, buscaba el propio corazón de la revolución.» (en Miquel Amorós). Fue su posicionamiento revolucionario, expresado en sus últimas palabras delatoras de la labor contrarrevolucionaria que estaba llevando adelante el gobierno colaboracionista, lo que impulsó a la Agrupación Los Amigos de Durruti a resistir y oponerse a esa contrarrevolución que derrotaría finalmente al proletariado ibérico en armas. Así, ya antes de las jornadas de mayo del 37, en las que se consumaría esta derrota, la Agrupación había anticipado la urgencia de sustituir el gobierno burgués de la Generalitat de Cataluña por una Junta Revolucionaria de los trabajadores. En esos momentos «la superioridad de Los Amigos de Durruti sobre el resto de la oposición anarquista —según Amorós— radicaba en el hecho de que éstos, frente a las claudicaciones de los dirigentes, no sacaban a relucir los principios, sino que oponían un programa revolucionario a un programa capitulador». Este programa se sintetizaba en sus concisas octavillas que se repartían por doquier y arengaban al proletariado sublevado a seguir luchando:

«Agrupación de Los Amigos de Durruti. A la clase trabajadora:
1. Constitución inmediata de una Junta Revolucionaria integrada por obreros de la ciudad, del campo y por combatientes.
2. Salario familiar. Carta de racionamiento. Dirección de la economía y control de la distribución por los sindicatos.
3. Liquidación de la contrarrevolución.
4. Creación de un ejército revolucionario.
5. Control absoluto del orden público por la clase trabajadora.
6. Oposición firme a todo armisticio.
7. Una justicia proletaria.
8. Abolición de los canjes de personalidades.

Atención trabajadores: nuestra agrupación se opone a que la contrarrevolución siga avanzando. Los decretos de orden público, patrocinados por Aiguadé no serán implantados. Exigimos la libertad de Maroto y otros camaradas detenidos. Todo el poder a la clase trabajadora. Todo el poder económico a los sindicatos. Frente a la Generalidad, la Junta Revolucionaria.»

Sin embargo, eran días de desmoralización entre los trabajadores, el primero de ese mayo barcelonés del 37 fue un día laborable más, el malestar era palpable y se podía oler el duro golpe que daría dos días después el gobierno republicano, al tomar la Telefónica, bastión, hasta el momento, de los proletarios. «El lunes 3 —relata Amorós—, hacia las tres de la tarde, el comisario general de Orden Público, Rodríguez Salas, miembro del PSUC, se presentó ante el edificio con una orden firmada por el consejero de Seguridad Interior, Artemio Ayguadé, acompañado de tres camiones de guardias de asalto, y conminó a los trabajadores a que mantuvieran los brazos en alto mientras procedía a desarmarlos. Los obreros de los pisos superiores se defendieron de inmediato y los atacantes quedaron en el primer piso. La noticia se difundió como un relámpago por toda la ciudad… Pocas horas después toda Barcelona estaba en armas. A las siete de la tarde la huelga era general… El día 4 por la mañana, toda Barcelona estaba en manos de los obreros menos el centro… Los comités Regionales de la CNT y la FAI no hacían otra cosa que dirigirse desde la radio a los combatientes pidiéndoles que depusiesen las armas sin más garantía que la buena fe de los gobernantes… la voz de García Oliver causó estupor. Hubo quien disparó contra el aparato de radio y quien, avergonzado por lo que oía, rompió su carnet sindical. El presidente del Sindicato de la Madera, Manuel Hernández, puntal de la socialización del ramo, exclamaba: “¡Otro Judas! ¿De qué sirve recordarnos que estamos en guerra? Eso tendría que haberlo pensado mucho antes […] y habernos dejado seguir con la revolución que es lo nuestro. ¡Como si la guerra significara algo si no podemos hacer la revolución al mismo tiempo!”» La Agrupación Los Amigos de Durruti que durante los combates ocupó la primera línea, la noche del 4 al 5 redactó una octavilla en la que llamaba a la Revolución Social: « ¡TRABAJADORES! Una Junta Revolucionaria – Fusilamiento de los culpables – Desarme de todos los Cuerpos armados – Socialización de la economía – Disolución de los Partidos políticos que hayan agredido a la clase trabajadora – No cedamos en la calle – La revolución ante todo – Saludamos a nuestros camaradas del POUM que han confraternizado en la calle con nosotros. VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL… ¡ABAJO LA CONTRARREVOLUCIÓN!»

El día 7, Los Amigos de Durruti tuvieron que hacer frente a la cruda realidad: las barricadas eran abandonadas definitivamente por los trabajadores. Durante los siguientes días, las noticias de las atrocidades cometidas en los pueblos contra miembros de las colectividades y de la CNT fueron en aumento. Los alrededores de Barcelona se poblaron de cadáveres, víctimas de las que los estalinistas se deshacían descuidadamente. Mientras tanto, en el periódico de la Unión General de los Trabajadores, se acusaba al POUM y a Los Amigos de Durruti de agentes provocadores en el movimiento obrero, a la vez que pedía un acuerdo del Comité Regional de la CNT para expulsar a Los Amigos de Durruti por incontrolados.

La experiencia de Los Amigos de Durruti, como minoría revolucionaria que fueron, así como la derrota que sufrió todo el movimiento proletario de la región ibérica, tiene que dejarnos, cuanto menos, una base desde donde pensar la revolución. Si seguimos reflexionando es porque entendemos que a pesar de tantos fracasos, de tantas vidas que se dejaron en la lucha, la revolución sigue siendo posible. Si rescatamos las experiencias de esta Agrupación es porque nadó contra la corriente, en el momento preciso en que esa oposición era lo más urgente y necesario, aunque no suficiente para triunfar. Es porque expresó un posicionamiento revolucionario de clase que debemos retomar, no para santificar, sino para apropiárnoslo y, con todas las críticas que le caben, utilizarlo en la práctica comunista de abolición del capitalismo. Porque, con Los Amigos de Durruti creemos que «las revoluciones sin una teoría no siguen adelante. Los Amigos de Durruti hemos trazado nuestro pensamiento, que puede ser objeto de los retoques propios de las grandes conmociones sociales, pero que radica en dos puntos esenciales que no pueden eludirse. Un programa y fusiles».

* * * * * * 

El viernes 6 de noviembre a las 19 hs contaremos con la visita de Miquel Amorós, que compartirá con nosotros una charla sobre la Agrupación Los Amigos de Durruti. ¡Quedan todo invitados!

Miquel Amorós (Valencia, España – 1949) es un historiador, teórico y militante anarquista. En la década de 1970 participó en la fundación de varios grupos anarquistas, entre los cuales figuran Bandera Negra, Tierra Libre, Barricada, Los Incontrolados y Trabajadores por la Autonomía Obrera y la Revolución social. Antes de exiliarse a Francia pasó algún tiempo en las cárceles franquistas. Posteriormente, entre 1984 y 1992, formó parte del equipo redactor de la revista Encyclopédie des Nuisances. Durante la transacción democrática mantuvo posiciones asambleístas en favor de la autonomía obrera.

Ha escrito numerosos artículos en la prensa libertaria. También ha pronunciado varias conferencias sobre cuestiones sociales, en particular sobre la ideología del progreso y los perjuicios que ocasiona. Algunas de sus obras son La Revolución traicionada. La verdadera historia de Balius y Los Amigos de Durruti (2003), Durruti en el laberinto (2006), José Pellicer. El anarquista íntegro, vida y obra del fundador de la heroica Columna de Hierro (2009), Maroto, el héroe, una biografía del anarquismo andaluz (2011), Salida de emergencia (2012), 1968. El año sublime de la acracia (2014), Rock para principiantes (2014) y este año ha lanzado Los incontrolados de 1937. Biografías militantes de los Amigos de Durruti.

En la actualidad es coeditor de la revista antidesarrollista y libertaria Argelaga. Junto a Joan B. estarán dando una serie de conferencias por la región uruguaya y argentina.

jueves, 1 de octubre de 2015

CONTRA LA DEMOCRACIA

Ahondando en la probable falta de originalidad vamos a analizar la palabra democracia y su significado.

Rompiendo algunos mitos y muchas falsificaciones históricas y lingüísticas, se ha de señalar que la palabra democracia no viene de dos palabras (demos, que supuestamente significaría “pueblo”, y cratos que supuestamente significaría “poder”, dando lugar así al término “el poder del pueblo”). La palabra democracia deriva de tres palabras: demiurgos o artesano, geomoros o campesino y cratos o Estado (en griego arcaico, y no “poder”, significado que, por razones políticas, va a adquirir más adelante, en la época clásica, para justificar el orden social vigente). De la fusión de las dos primeras palabras demiurgos y geomoros surgirá una nueva, demos, que va a aparecer en la época clásica, siendo por tanto un neologismo que no existía cuando se funda este orden socio-político. Con este juego de palabras entre artesano y campesino se formará la palabra “pueblo” para justificar el nuevo aparato estatal y refrendar el orden social impuesto. Claramente el pueblo son los artesanos, comerciantes y campesinos y para ellos está hecho el nuevo régimen. Quienes no formen parte de estas clases no serán parte del pueblo. Así pues, nos encontramos con que democracia no significa «el poder del pueblo», sino el «Estado de los artesanos y los campesinos».

Estos dos estamentos iniciaron hacia finales del siglo V a. C. una rebelión contra la monarquía Ática, a la que, en una época convulsa y confusa y mediante un proceso y por unas causas no muy conocidas, derrocarían para instaurar el nuevo modelo. Pero además conviene hacer una nueva aclaración. La sociedad ateniense en el momento inmediatamente anterior a la instauración de la democracia estaba compuesta por tres clases o estamentos sociales: los eupátridas, en la cima de la pirámide, que eran los nobles y el estamento del que salía el monarca; los demiurgos, que eran los artesanos y comerciantes, pero no unos artesanos cualquiera, sino los maestros artesanos y dueños de los talleres (es decir personas con esclavos y asalariados que dirigían la producción y el comercio al servicio de los eupátridas); y los geomoros o campesinos, campesinos propietarios de tierras y dueños de esclavos. Estos tres eran los estamentos entre los hombres libres, estamentos subdivididos a su vez según rango, riqueza y posición social. Después en la escala más baja de la pirámide estaban los metecos o hijos de padre ateniense y madre extranjera (que solían ser los asalariados o los ayudantes de demiurgos y geomoros), hombres libres pero que no tenían los mismos derechos que los atenienses libres, y más abajo aún estaban los esclavos. Aparte estaban las mujeres que no sólo no gozaban de la condición de “ciudadanos” sino que ni tan siquiera alcanzaban la categoría de “personas”.

Es con estas características y en este contexto que nace la democracia. Al principio de una forma tosca, después, a casi un siglo de su fundación, Pericles la perfeccionará aún más. El funcionamiento democrático iba a ser relativamente sencillo. Los atenienses mayores de edad (hombres libres con propiedades) se reunían en el ágora o plaza en representación de sus familias (mujeres, hijos y esclavos) y allí escogían un número limitado de magistrados por un periodo de dos años. Cada magistrado tenía una función específica. Unos serían jueces, otros gobernantes, otros controlarían al gobierno, otros funcionarios, etc. En las asambleas del ágora, que eran relativamente periódicas, los propietarios delineaban las líneas generales de la dirección de la polis y la política de la ciudad y los gobernantes se encargaban de ponerla en práctica con un margen de maniobra bastante amplio, pero ciñéndose a lo decidido por las asambleas. La mayoría de las veces funcionaban mediante simples referéndum o eligiendo entre propuestas presentadas por los magistrados o las comisiones elegidas para algún asunto específico. Los referéndum solían ser bastante generalistas, quedando la aplicación de las decisiones, las modalidades y los tiempos en manos del gobierno. Lo que un gobernante no podía hacer era saltarse a la torera las decisiones asamblearias u obrar fuera de las directrices (bastante amplias) marcadas. Claro que las intrigas, conspiraciones y manipulaciones preexistían en bastantes siglos a la democracia con lo cual siempre podía aplicarse alguno de estos corrientes métodos políticos para justificar lo que fuera. En caso de duda o falta de acuerdo, tradición, oráculos y sacerdotes (lo que venía a ser más o menos la misma cosa) se encargaban de “aclarar” la incertidumbre.

Es importante señalar el hecho de que las magistraturas, elegidas por períodos anuales o bianuales, no eran cargos remunerados, con lo cual se limitaba aún más el acceso a las mismas (¿quién podía permitirse el lujo de desatender sus actividades o negocios durante uno o dos años para cumplir con la patria sin arruinarse?).

Este “paraíso” social construido sobre la sangre de esclavos y mujeres quedaría sólo reducido para la hermosa ciudad de Atenas. Para el resto sólo quedaba el vasallaje, pues Atenas fue un imperio tanto comercial como militar que sometió a sus vecinos y derrotó en tan enconadas como duraderas guerras a todos los demás imperios regionales rivales (a sus vecinos del sur, los lacedemonios -espartanos para la posteridad-, o a sus menos vecinos del este, los persas). Atenas llegó a liderar un auténtico imperio comercial, político y militar basado en ligas y federaciones en las que imponía su hegemonía, que se extendería, sin necesidad de la típica invasión militar al uso, desde la actual Turquía a Girona a lo ancho, y desde la actual Eslovenia a Túnez a lo largo. 


Nota:

Este artículo es un extracto del libro de los Grupos Anarquistas Coordinados (región española) titulado Contra la democracia, más precisamente del capítulo El surgimiento de la democracia: la antigua Grecia. La tenencia de dicho libro fue uno de los motivos que el juez Bermúdez consideró relevantes para ordenar la entrada en prisión preventiva de siete presuntos integrantes del GAC durante la instrucción judicial de la Operación Pandora en diciembre de 2014.
 
No queremos olvidar tampoco el carácter social de la democracia, su íntima relación con el mercado. «Ese símbolo de la democracia que los griegos nos legaron, aplaudido tanto por políticos conservadores como por los apologistas del asambleísmo, el ágora, hacía de mercado. La democracia se generalizaba allí donde se generalizaba el dinero.» (Cuadernos de negación nro.9)  

Hoy como ayer, la democracia es la opresión de unos pocos sobre el resto, es la forma de organización social que adquiere el poder de los explotadores, la misoginia en acción, la preservación de la esclavitud y la propiedad privada. Esta no es una “falsa democracia” ¡esta es la verdadera democracia!

INSEGURIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN

No sabemos si reír o llorar… el pasado 10 de septiembre, el señor Sixto Irrazábal, secretario general de la UOCRA, le exigía a los gobernantes rosarinos que le expliquen «qué proyecto tienen y qué están haciendo para que la gente vaya a trabajar sin tener que estar pensando si vuelve o no a su casa». ¿Es un chiste? nos preguntamos muchos… ¿Estamos hablando del mismo mafioso que para arriar a los obreros hacia alguna manifestación, se pasea por las obras en construcción tirando tiros al aire cuando algún trabajador no quiere sumarse? Sí, y no es un chiste. Es un sindicato. Un sindicato que siempre demostró claramente su función reformista y reaccionaria —en acuerdo con la patronal y el Estado— que, de todos modos, es la única función a la que está llamado a desplegar en esta miseria de sociedad.

El detonante de la movilización, en la cual se concentraron dos mil trabajadores de la construcción para exigirle al gobierno “acciones concretas” para frenar hechos de robo y violencia en Rosario, fue el crimen del arquitecto (¡y no el de miles de obreros!) Sandro Procopio. Parece que la vida de un arquitecto vale más que la de miles de albañiles. Y no es que ambas vidas deberían valer lo mismo ¡los seres humanos no deberíamos tener precio!
A la protesta se sumaron además excusas, como el robo de motos, bicicletas, herramientas, materiales y agresiones a los obreros de la construcción, como fue la perpetrada a un joven albañil que quedó ciego tras ser baleado en una obra.

No somos obtusos, no desestimamos los hechos: robos, delitos y agresiones ocurren en todos lados y a todas horas. De hecho, nos roban cada día, cada mañana desde que nos levantamos para ir a trabajar hasta que salimos del yugo, a veces además nos roban la bicicleta al volver… parece que al primer robo ya estamos acostumbrados, mientras nos sigue horrorizando el robo “a mano armada” por parte de algún delincuente.

Lo que estas consignas y movilizaciones hacen no es otra cosa que dirigir y limitar la lucha de los trabajadores a través de la más torpe y enajenada denuncia ciudadanista de la inseguridad, poniendo el foco en una situación aislada, que además se espera que los políticos resuelvan de inmediato. ¡No se va a resolver mientras exista propiedad privada! Y, por supuesto, no se va a resolver con más policías, porque la policía es el Estado, es lo que sustenta el estado de cosas actuales, los mercados negros, el narcotráfico y el delito. Es el sistema social que perpetúa la división de la sociedad en clases, perpetúa la pobreza, el desamparo, la miseria y, más que nada, ¡el robo! Y también es lo que asegura que una clase deba trabajar (si es que accede a este mercado) o perecer, que deba venderse al mejor postor para poder sobrevivir, que deba ir al trabajo que sea, y si es necesario morir por él.

La construcción es justamente el tercer sector de actividad más riesgoso, en el cual más trabajadores se accidentan y trabajan en condiciones de precariedad extremas; en el cual más se enferman o mueren a causa de las exigencias que las empresas y la actividad misma tienen para con los trabajadores. Los arquitectos y contables de este sector toman a los trabajadores muertos como un gasto más de producción. En muchos casos, estos gastos son menores que los que supondría la introducción de medidas de prevención.

No es que necesitemos reforzar estos argumentos con estadísticas (que sabemos de sobra de donde provienen), pero no está de más responder a tantas estupideces con cifras contundentes (que, recordemos, sólo tienen en cuenta a los trabajadores formales): según la OIT, el trabajo cobra más víctimas que las guerras, más de 2,3 millones de trabajadores mueren por año a causa de accidentes o enfermedades laborales.

¿De qué seguridad estamos hablando señor Sixto Irrazábal? ¿De la que ni se preocupa por denunciar cuando se producen 8.489 accidentes laborales registrados en un sólo año? Aclaremos que a la UOCRA no le estamos exigiendo que luche por los intereses de los trabajadores, porque sabemos que a lo sumo luchará por un ajuste de salario, porque vive de ello. Veamos quiénes se encontraban a su lado el día de la manifestación: representantes de entidades como la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la Asociación Empresaria de la Vivienda (AEV) y el Colegio de Arquitectos… Los patroncitos, esos mismos con los que acuerda cada año el techo salarial, la tasa de explotación… «La comunidad de la construcción: obreros, profesionales arquitectos, ingenieros, técnicos constructores y desarrolladores de obras sentimos la imperiosa necesidad de reunirnos frente a la obra en la que murió uno de nuestros colegas realizando su trabajo…» decía el texto de la convocatoria firmado por el sindicato. Esa comunidad ficticia a la que se refiere es la comunidad del dinero y no expresa más que la intención de negar el antagonismo que hay entre las clases, entre el explotado y el que le da órdenes y se llena los bolsillos a costa de la explotación programada. Esto no es comunidad, esto es capitalismo, es trabajo asalariado y explotación.

No es a los sindicatos a los que hay que exigirles nada; somos los mismos trabajadores los que deberemos salirnos de estos cercos, de las anteojeras de la ideología dominante si queremos realmente cambiar nuestras condiciones de vida. Porque como ya decíamos en La Oveja Negra nro.25: «mientras exista dinero, propiedad, Estado, policía y un culto al progreso individual que se caga en los demás, no habrá bienestar ni felicidad. Y junto a millones en todo el planeta y desde hace siglos esa lucha no se detiene.»

HABLANDO CON LAS PAREDES: «SOMOS LAS NIETAS DE LAS BRUJAS QUE NO PUDISTE MATAR»

Los inconformes hacen hablar a las paredes para reflexionar, para agitar, para sorprender al transeúnte distraído. Nosotros queremos hablar con las paredes para profundizar lo que gritan.

Nos encontramos con una frase que, como un reto, mezcla de ira y nostalgia, recita: «Somos las nietas de las brujas que no pudiste matar».
 
¿Por qué nos identificaríamos con aquellas brujas? ¿Cuál es el sentido de sentirnos parte de su misma resistencia? No es casualidad que la «caza de brujas» haya sido fundamental en el proceso de acumulación originaria del Capital. Este proceso de separación entre producción y reproducción, entre productores y medios de producción, supuso la creación de una clase proletaria desposeída, en cuyo seno las mujeres, a diferencia de los hombres, fueron puestas al margen de los salarios y forzadas así, en una sociedad cada vez más monetarizada, a una pobreza crónica, a la dependencia económica y a la invisibilidad como trabajadoras.

Esta nueva profundización de la división sexual del trabajo confinó a las mujeres a la esfera del trabajo reproductivo. La caza de brujas, como explica exhaustivamente Silvia Federici en El Calibán y la bruja, intentó destruir todo un mundo de prácticas femeninas, relaciones colectivas y sistemas de conocimiento que habían sido la base del poder de las mujeres en la Europa precapitalista, así como la condición necesaria para su resistencia en la lucha contra el feudalismo.

Se trató además de destruir el control que las mujeres ejercían sobre su función reproductiva. Es por esto y no casualmente que fueron parteras y ancianas las primeras sospechadas de brujas, dejando para la posteridad un nuevo modelo de femeneidad, un nuevo lugar para la mujer en la sociedad y la ciencia médica y sus mutilaciones.

Aún hoy la lucha en el terreno de la reproducción sigue siendo fundamental para las mujeres, así como un nexo de unión con la historia de las brujas. Sus luchas contra la separación de sus conocimientos de sus cuerpos y prácticas, son también nuestras luchas, no sólo en tanto mujeres, sino y sobre todo, en tanto proletarias. Son parte de la lucha histórica de nuestra clase contra la enajenación y la mercantilización de nuestras vidas y nuestros cuerpos. Porque también somos los nietos de las obreras y «de los obreros que nunca pudisteis matar». Es la lucha de hombres y mujeres por la destrucción de este sistema.

lunes, 7 de septiembre de 2015

¿REVOLUCIÓN EN ROJAVA?

El territorio reivindicado por la etnia kurda se encuentra entre Siria, Turquía, Irán e Irak. Justo en el medio de una de las zonas con mayores recursos de crudo y gas del mundo. En esta región, desde hace un siglo se vienen desarrollando numerosas luchas e iniciativas de autodeterminación que llevan adelante diversos grupos y facciones kurdas.

El contexto actual es complicado y emerge a grandes rasgos de la coincidencia de tres factores: el conflicto armado que desarrolla el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) con Turquía desde 1984, la invasión de la coalición encabezada por EEUU a Irak en 2003 (y la subsecuente profundización del enfrentamiento interétnico), y la guerra civil en Siria desde 2011.

Recordemos que diversas regiones de Siria (entre ellas la que los kurdos llaman Rojava) fueron el terreno de imponentes luchas proletarias en -y antes de- 2011, con diversas expropiaciones y enfrentamientos de proletarios armados con las fuerzas represivas (produciendo a su vez deserciones masivas de soldados), con un importante grado de asociacionismo proletario. Esta situación poco a poco fue siendo transformada por la burguesía en una guerra civil, canalizando muchas de las estructuras proletarias que habían surgido de la lucha en el Ejército Libre Sirio (ELS), conviertiendo así la lucha proletaria en una lucha entre fracciones burguesas.

Es fundamental mencionar ese proceso, ya que es en este contexto que diversas agrupaciones kurdas, siendo el PKK la más considerable numéricamente y en influencia, lograron llevar adelante un proceso de control de los territorios del norte Sirio (Rojava) nutriéndose de muchas de las rupturas de proletarios con el ELS cuando se hizo más evidente su caracter burgués. De hecho, el nuevo cuco de Occidente, la organización conocida ahora como Estado Islámico (jihadismo sunnita radical), surje justamente del desmembramiento del ELS, cuando éste comienza a perder fuerza y prestigio y en su seno va tomando mayor preponderancia el fundamentalismo islámico.

Es en gran parte debido al enfrentamiento entre las fuerzas kurdas con el EI, como una de las fuerzas intervinientes en la región, que el PKK ha tomado tanta relevancia a nivel internacional y ha recibido apoyo de un amplio espectro mundial, desde socialdemócratas hasta liberales.

A su vez, en todo este complejo proceso que es imposible resumir en tan pocos párrafos, se vienen dando una serie de peculiaridades que hacen que muchos proletarios pongamos el ojo en esta región. Para nosotros es imprescindible comprender estos procesos y defender las rupturas proletarias en ellos, así como atacar despiadadamente las falsificaciones ideológicas y las canalizaciones burguesas.

Estas reflexiones parten de esta necesidad, motivadas sobre todo por las grandes confusiones que generan muchos grupos autodefinidos revolucionarios que llegan a hablar de revolución en Rojava. Veamos un poco...

El PKK
Es un partido político kurdo fundado en 1978. Étnico, aunque actualmente sus miembros y sus aliados pretendan suavizarlo. Socialdemócrata, aunque pretendan hacerlo pasar por revolucionario. Feminista, si por feminismo entendemos que la mujer esté en igualdad de condiciones tanto para la guerra como para el trabajo. Ecologista, aunque no duden en seguir extrayendo petróleo.

En sus orígenes fue un partido marxista leninista con claras cuestiones formales heredadas del maoísmo (guerrilla en entorno rural, prohibición de vínculos amorosos entre sus miembros, disciplina militar, etc.). En los últimos años ha adoptado una tendencia más socialista libertaria, primero supuestamente por la formación y el viraje ideológico en la cárcel de su lider Öcalan, y luego por las determinaciones de su 8vo congreso en 2002. 

A su nueva doctrina la llaman confederalismo democrático, la cual está muy ligada al concepto de municipalismo libertario esbozado por el norteamericano Murray Bookchin y expresa críticas hacia el concepto tradicional de Estado-Nación, abogando por una sociedad federal, ecológica y feminista. En este texto nos explayaremos sobre las terribles limitaciones de algunos aspectos de este gran y confuso revuelto ideológico.

Antes queremos precisar que las razones principales de este viraje son dos. En primer lugar, la estrategia internacional del PKK para dejar de seguir siendo considerado una organización terrorista por la OTAN, como complemento a su táctica de crear organizaciones paralelas –como el PYD (Partido de la Unión Democrática de Siria)- que es la que ha venido teniendo a lo largo de su historia para desarrollar su política en parlamentos regionales de los cuatro países.

Por otra parte, dejó de ser rentable ser marxista leninista cuando la polarización imperialista mundial cambió notablemente desde la década del 70. Sin la Unión Soviética cubriéndoles la espalda y entregándoles armas, probablemente les era necesario empezar a cambiar de estrategia.
Para quienes luchamos por la revolución social no es ninguna novedad ser considerados terroristas por los Estados que sean como forma de dar vía libre a la represión, pero claro que para el PKK esta acción de la OTAN es una traba para poder conformarse finalmente en un Estado, participar en el comercio mundial del crudo y sentarse en las Naciones Unidas.

«El PKK/PYD era reacio a unirse a los levantamientos anti-Assad en Siria en 2012 y ahora lo está igualmente para abolir la propiedad privada. Antes eran aliados de la dictadura asesina de Assad, y ahora se han aliado con los EEUU y su campaña de bombardeo mortal. Tal campaña ha podido salvar a Kobane, pero probablemente ha alentado también a los árabes a desconfiar de los kurdos y a comprometerse con el Estado Islámico. Y esto está empujando más profundamente a la región a un baño de sangre inter-imperialista.» (1) Nosotros debemos decirlo abiertamente, el PKK es una fuerza contrarrevolucionaria desde sus inicios y actualmente es el encargado de canalizar las expresiones más avanzadas que aún quedan en la región del norte sirio. Ese es también un importante motivo de su cambio estratégico. Además de críticar su accionar en sus regiones de influencia, debemos precisar también cómo son utilizados este tipo de procesos contrarrevolucionarios a lo largo del mundo.

¿Qué es el Estado?
«El Estado no es simplemente una estructura constituida por un gobierno, una policía, un ejército, junto a un aparato administrativo; el Estado, como el movimiento comunista lo ha entendido, es una relación social, la materialización del orden del mundo capitalista, poco importa si su legitimidad está basada en las asambleas parlamentarias o comunitarias. Así pues, si el PKK y sus compinches del PYD reivindican que no buscan crear un Estado, es solamente porque en realidad ellos representan ya al Estado, debido al papel práctico e ideológico que ellos juegan en Rojava. Eso a lo que algunos partidarios del PKK llaman muy acertadamente “un Estado sin Estado”, es decir, un Estado que no se territorializa obligatoriamente en la forma de un Estado-Nación, pero que al final constituye todavía un Estado en ese sentido, donde las relaciones sociales capitalistas, la propiedad privada, no son puestas fundamentalmente en cuestión.

(…) Todo el mundo puede adivinar fácilmente quién tiene el peso real. El PYD tiene un virtual monopolio de las armas. Ellos son el Estado. Y en cada país (Irak, Irán y Siria), la burguesía kurda local ha puesto en marcha su propia entidad nacional en la misma línea. Esas entidades podrían no ser reconocidas por el imperialismo internacional, pero son Estados en todos los aspectos, excepto en su nombre. En algunos aspectos, inciden más en la vida de una persona que el Estado en el Reino Unido. Por ejemplo, si se tiene más de 18 años, se está obligado a la conscripción. Y en cuanto al supuesto internacionalismo del PYD, su jefe Saleh Muslim ha amenazado con expulsar a todos los árabes del territorio “kurdo” en Siria a pesar del hecho de que la mayor parte de ellos han nacido ahí.» (2)

Si bien hay expresiones kurdas más decididamente pro-estatales, como el gobierno de Irak presidido por Talabani o el gobierno regional del Kurdistán Iraquí encabezado por Barzani (ambos enfrentados entre sí y además con el PKK), esto no quiere decir que el PKK no lo sea también.

El PKK ha roto aparentemente con la clásica concepción de la toma del poder del Estado, propia del marxismo-leninismo, para introducir ciertas “críticas” al Estado en su nueva doctrina del confederalismo democrático. Estas críticas plantean un cambio formal, donde el nuevo Estado que ellos denominan “confederación”, asuma cada vez más tareas de organización social con democracia de base, planteando a su vez la búsqueda de una convivencia lo más pacífica posible con los Estados ya existentes, haciendo uso de la legítima defensa si fuese necesario.

Este cuento de la democracia directa, de la resistencia local frente a los Estados preexistentes, de la autodeterminación de los pueblos, de la administración de un territorio “sin Estado” en realidad no es nada nuevo.
Todas estas fantasías son las que han seducido a muchos sectores del anarquismo (incluidos algunos de nuestra región), que han brindado su apoyo de diversas maneras, incluso llamando a tomar parte en las milicias kurdas como lo hizo el referente del movimiento Occupy David Graeber.

Es asombroso una vez más como muchos de los que se dicen partidarios de la destrucción del Estado y centran sus críticas y análisis en éste, caen otra vez en la trampa. Es que muchas de las críticas que se enfocan en el Estado como el problema central de la sociedad capitalista no terminan de comprender su naturaleza y terminan defendiéndolo bajo una nueva forma.

Debemos insistir en la necesidad de comprender y criticar la sociedad de la manera más total posible. Cuando hablamos de revolución social hablamos de suprimir la totalidad de las relaciones sociales capitalistas: Estado, propiedad privada, trabajo asalariado, producción mercantil, valor…

Nos hemos acostumbrado demasiado a que cuando se habla de revolución se habla de forma y no de contenido. En este sentido, se ha caído incluso en el facilismo de comparar imágenes de mujeres armadas de las milicias kurdas con las de milicianas del 36 en España, así como de llamarle fascismo al Estado Islámico, abogando una vez más por la conciliación con la burguesía contra el mal mayor, tal como ocurrió con los republicanos contra el franquismo en la Guerra Civil Española.

Una vez más, nos encontramos con paralelismos históricos que se basan en los errores de comprensión de uno y otro período, y no en un balance crítico y anticapitalista de las luchas de nuestra clase.

¿Revolución feminista?
«El carácter subversivo de un movimiento o de una organización no puede ser medido por el número de mujeres armadas. Su carácter feminista tampoco. Desde los años sesenta, en todos los continentes, la mayoría de las guerrillas estaban compuestas o se componen por un gran número de mujeres combatientes; Colombia es un ejemplo. Más todavía en las guerrillas de inspiración maoísta (Nepal, Perú, Filipinas, etc.) que aplican la estrategia de «guerra popular»: la igualdad entre hombres y mujeres debe contribuir a abatir los marcos tradicionales, feudales o tribales (siempre patriarcales). No cabe duda de que la fuente de lo que los especialistas califican como “feminismo marcial” está en los orígenes maoístas del PKK-PYD.» (3)

«La revolución feminista ha sido también modesta. Los hombres predominan siempre en las calles como en los lugares de trabajo. Y, como el sitio web del PKK lo muestra, la teoría feminista de la organización deriva más de los pensamientos de su patriarca Öcalan que de algún movimiento feminista independiente. Además, es poco probable que la autonomía de las mujeres proveniente de su enlistamiento en la milicia –o de su enrolamiento forzoso– dure. Tal como sucedió en guerras revolucionarias precedentes, esta autonomía será inevitablemente contradicha por el des-empoderamiento de obedecer órdenes, combinada con la brutalidad y el trauma de la guerra.» (4)

Y entonces...
Quienes lean esta publicación con un carácter pernicioso nos acusarán de puristas, de no querer ensuciarnos, de mantenernos al margen. Pero una cosa es comprender las contradicciones presentes en un proceso social dado y luchar por superar esas contradicciones de manera revolucionaria, y otra muy diferente es la defensa de esas contradicciones como si su mera existencia implicase el comienzo de una revolución social.

No dudamos de la existencia histórica de luchas proletarias en la región que los kurdos denominan Kurdistán. Es tarea nuestra y de todos los internacionalistas el tratar de penetrar el manto ideológico socialdemócrata y sacar conclusiones del período actual. No se trata de evitar el apoyo a los kurdos sino de reconocer a los kurdos como una etnia como cualquier otra, con clases sociales y tensiones culturales y cotidianas de todo tipo. No se trata de apoyar general y acríticamente a cualquier expresión, bajo la idea victimista de pueblo sin nación. ¡A la mierda las naciones!

Los revolucionarios somos internacionalistas, no hacemos la vista gorda en tal o cual región ni luchamos por cosas distintas en distintas regiones. No avalamos la liberación nacional aquí, la revolución comunista allá y el confederalismo democrático en otro lado. ¡A la mierda la autodeterminacion!

Tenemos que desembarazarnos de esa lógica izquierdista, aquella que siempre parte del análisis de los conflictos interburgueses en una región, para luego tomar partido por su fuerza predilecta. Siempre debemos partir de las expresiones genuinas de lucha de nuestra clase, para encontrar la forma de solidarizarnos y de colaborar en su proyección y contagio.

No hay lados a tomar en este conflicto si nos basamos en el relato que nos quieren vender. Nuestro único lado posible es siempre afirmar las consignas invariantes, no doblarse, no enceguecerse: ¡Revolución social, mundial y total!


Notas:
(3) Gilles Dauve, ¿Kurdistan?

SANTA CRUZ: OBREROS Y EMPLEADOS MUNICIPALES EN LUCHA

Las gestiones corruptas en las comunas de Río Gallegos y Caleta Olivia colapsaron, mientras el reclamo salarial de los obreros y empleados municipales amenaza con agudizar la tensión y la conflictividad social. En Río Gallegos, renunció el intendente y en la Zona Norte aumentan los despidos y la incertidumbre entre los obreros del petróleo y la minería. Se robaron todo, y los trabajadores pagan los platos rotos.

Origen del conflicto en Río Gallegos

En esta localidad de Santa Cruz, trabajadores de la municipalidad iniciaron en marzo una serie de medidas de fuerza exigiendo principalmente el cumplimiento del aumento salarial del 15%, acordado en paritarias el año anterior. Asimismo, denunciaron que desde hace casi un año vienen sufriendo acoso y maltrato laboral por parte de funcionarios del área de saneamiento urbano, reclamando el desplazamiento de sus respectivos cargos, sin encontrar soluciones. El secretario de Gobierno municipal, Roberto Toledo, aclaró que el Ejecutivo no presentó una nueva oferta salarial al SOEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales), de manera formal ni informal, por lo que los trabajadores decidieron endurecer las medidas de fuerza con quema de cubiertas, corte de calles y rutas; éste sería en adelante el método característico de los municipales y el principal argumento en su contra por parte de los funcionarios públicos, la prensa local y por tanto la opinión dominante a nivel social.

Son 4.000 la cantidad de municipales afectados, aunque se sospecha que 1.000 y más también son personas que cobran un sueldo y no trabajan, naturalmente por motivos políticos. La categoría más baja cobra aproximadamente 9.800 pesos, y el 15% significaría 1.200 pesos de aumento. El municipio necesitaba 50 millones de pesos para pagar normalmente los haberes, pero a la hora de la verdad dijeron que solo tenían 340 mil pesos.

«Sin 15 % no hay campaña»

Sin respuesta a sus reclamos, y viendo cómo se orquestaba todo para las elecciones, los participantes votaron la consigna «Sin 15 % no hay campaña». Dicha consigna conllevaba la acción de arrancar la cartelería de la calle, tapar afiches y murales con consignas electorales, escrachar locales de la UCR, del PRO, del FPV y del Peraltismo (kirchneristas del gobierno provincial). El momento cúlmine tuvo lugar dos días antes de las PASO de agosto, cuando se endurecieron las medidas por una semana más con retención de tareas y actividad sindical en corralones y todo edificio municipal.

Ya el 2 de julio, precisamente tras la llegada de Máximo Kirchner, precandidato a diputado nacional, y otras ratas del FPV como Zannini y Scioli, se cortaron los accesos principales de la autovía 17 de Octubre, con quema de gomas y de cartelería política. En consecuencia, se militarizó la ciudad con helicópteros, camiones, gendarmes y policías, para proteger a los funcionarios y aislar la lucha de los trabajadores. También durante esta semana grupos de municipales cortaron la Ruta Nacional N° 3 y comenzaron a escrachar casas de funcionarios, locales comerciales de familiares de Cantín, unidades básicas K y comités radicales y del PRO.

El 15 de julio, trabajadoras comunales decidieron tomar pacíficamente el municipio e iniciar una huelga de hambre, que culminó una semana después tras pagarse el sueldo que tenían adeudado del mes de junio. El 24 de ese mismo mes renunció el intendente Raúl Cantín, y asumió Pablo Grasso, todos de la camada kirchnerista. El día 7 de agosto, y dado que todavía se adeudaba el pago del salario del mes de julio, se retomó como medida la quema de gomas frente al edificio municipal,  bloqueando la entrada y salida de los edificios y de los corralones, éstos últimos ubicados en otro sector de la ciudad y custodiados por gendarmería nacional. Al respecto el actual intendente inició una denuncia en contra de los participantes frente al edificio municipal, configurado como delito de privación ilegítima de la libertad.

Al día de escribir este artículo, el SOEM procedió a la suspensión de la huelga por la demanda del 15% de incremento salarial, tras casi 5 meses de paralizar las prestaciones que brinda la comuna a toda la sociedad riogalleguense. Esto fue por determinación del Juez Civil Francisco Marinkovic, que con el pretexto de la protección del medio ambiente había estado trabajando con la patronal municipal, aplicando diversas sanciones contra el SOEM, multas y exigencias de suspensión de las medidas en áreas críticas, para llegar finalmente a la resolución del 11 de agosto de declarar la emergencia ambiental, prohibir la quema de gomas y suspender la medida para que el municipio recaude parte de lo que había robado y siga así girando la rueda del orden social dominante.

Ya en julio, la clase dominante había tenido un pequeño triunfo, cuando a través de una resolución judicial decidió que «el personal que presta servicios en las áreas de recolección de residuos y mantenimiento de redes pluvio-cloacales deberá cumplir con la JORNADA NORMAL DE TRABAJO, medida aplicable a todo el personal de estas áreas, esté o no esté adherido a la medida.» (1) Esto implicaba lisa y llanamente para la clase dominada que no sólo volverían a laburar sin aumento, sino que ni siquiera habrían de cobrar los haberes en la manera correspondiente. Allí la Justicia demostró nuevamente cuál es su función social, la de estar en contra de los intereses de los trabajadores.

Sin embargo, a pesar de esta suspensión de medida, ya se sabe que durante estos 15 días no va a haber una propuesta salarial, por lo que la asamblea del 4 de septiembre muy probablemente vuelva al paro, y es allí donde el conflicto de los municipales se inscribirá en tiempo presente y donde deberemos brindarles todo nuestro apoyo. A pesar de sus dirigentes que hacen lo de siempre, hundir la lucha en la charca del reformismo, allí hay hombres, mujeres, jóvenes, compañeros y compañeras que pasan frío y nervios y que atraviesan una dura lucha, sin solidaridad efectiva de ningún sindicato, central o agrupación gremial, puesto que estos también tienen en su mente las elecciones de octubre, y en definitiva no hacen más que cumplir con su rol social e histórico de conciliación.

Caleta Olivia y una situación similar

De igual forma en la municipalidad de Caleta Olivia, zona norte de Santa Cruz, quienes no cobraron el aguinaldo y se les adeudaba el mes de julio mantuvieron diversas medidas de fuerza. La respuesta del gobierno es la misma, los políticos se lavan las manos y responden que la plata no está,  que faltan tantos millones de pesos y que “se hace lo que se puede”, mientras ansían se dé el colapso de la lucha por cansancio, por las hostiles condiciones del clima y el desgaste que implica sostener un paro que agota cada vez más a los proletarios, jugando con sus necesidades para que terminen volviendo a la rutina del trabajo, ya ni siquiera aceptando miserables propuestas de la burguesía sino reclamando por el pago de sus salarios. Otro aspecto a destacar es la militarización de la ciudad, cuestión muy presente en la provincia (y en cualquier región en conflicto), cuando la garantía de la “paz social” y el diálogo se hace insostenible. Tendrán a mano siempre las fuerzas represivas para comprimir la lucha, para demostrar que si es necesario perseguir, reprimir, encarcelar, matar, ellos van a estar ahí para cumplir las órdenes.

Por otro lado, vemos también cómo los sindicatos se sientan a negociar según los intereses de la economía, algunas veces viéndose obligados a ceder un par de migajas a favor de los trabajadores. Los bajos salarios, las malas condiciones de vida, no son producto de un mal gobernante sino del Estado y las necesidades de la sociedad capitalista; no de una mala distribución de recursos sino de la existencia de la propiedad privada y las clases sociales, de que los obreros mismos sean y produzcan mercancía y que la sociedad se rija bajo esas leyes. Las condiciones se tornan cada vez más hostiles para la clase proletaria en todo el mundo,  lo único que nos queda para terminar con las desgracias y miserias es atacar la raíz del problema social, no confiando en falsas respuestas ni en los representantes de las instituciones burguesas. Lo que precisamos es quitar lugar al orden establecido y dar lugar a aquello que aún no ha podido ser, el triunfo de los proletarios frente a los propietarios y de los gobernados contra los gobernantes, la emancipación humana.


Nota:
Ver: http://soemriogallegos.blogspot.com.ar/2015/07/fallo-del-juez-marinkovic-la-huelga-es.html