lunes, 6 de junio de 2016

LUCHA Y REPRESIÓN EN EL SUR

En el mundo existe resistencia por parte de los explotados a los designios de los explotadores, que en función de la ganancia nos someten a condiciones de vida miserables.

En Tierra del Fuego y Santa Cruz, dos provincias al sur del territorio argentino, hace meses se viven momentos de huelga, manifestaciones y piquetes. En Tierra del Fuego, trabajadores de diferentes gremios llevan adelante una dura lucha contra el paquete de medidas de ajuste que se votaron en enero del corriente año, y a lo que debe sumarse la resistencia al tarifazo de gas que incluye aumentos entre 500 y 1200% .

En el transcurso de esta lucha vienen pasando cosas de las que debe hablarse. Cuando llevaban 43 días de protestas, activos y jubilados decidieron una manifestación en forma de piquete en una de las rutas del sector costero, la zona fue liberada y comenzaron a llegar camiones con patotas del sindicato de camioneros para levantar el piquete, golpeando y hospitalizando a hombres y mujeres. Luego hubo hostigamiento y persecuciones violentas por parte de la policía a familiares y participantes de la lucha.

A fines de mayo, luego de 90 días de acampe frente a la Casa de Gobierno, fueron desalojados y reprimidos por la policía fueguina, que bajó por las calles entonando las estrofas del himno argentino, para que minutos después otros patriotas, ahora de civil, desarmaran y quemaran las carpas.

El 1 de junio se desarrolló una movilización con paro de los obreros del gas contra el tarifazo. La huelga, las manifestaciones y la lucha siguen en Tierra del Fuego, a pesar del aislamiento que encuentran todas las luchas de los trabajadores en la actualidad.

En Santa Cruz, particularmente en la localidad de Rio Gallegos, también los proletarios viven momentos de lucha y conflictividad contra las medidas de ajuste que quiere aprobar el gobierno provincial, se levantó además un acampe frente a la Casa de Gobierno.

La policía levanta militantes y compañeros en lucha, para golpearlos y apretarlos. Las medidas de fuerza continúan con piquetes en las rutas y huelgas. A continuación reproducimos un texto escrito por los compañeros del boletín Chenque Negro, donde nos permiten acercarnos más a la situación vivida en el sur:

Santa cruz: conflictos

«(…) en vez de ir a la raíz del problema (el Capital), se llama a un frenético activismo, siempre sobre causas diferentes, contra tal gobierno, contra el liberalismo o el neoliberalismo, contra tal ajuste de cinturones o contra tal supresión de subsidio…, haciendo que cada lucha quede sin un mañana cuando el gobierno de turno cambie o el plan tal es cambiado por otro.» (Revolución, revista Comunismo Nº 62, noviembre de 2012)

Santa Cruz, provincia de la región argentina, viene manteniendo hace ya varios años, cantidad de conflictos sociales, con altibajos que se han acentuado en momentos con mayor intensidad, siendo el más significativo el periodo del 2007, y el impulsor de un método de lucha caracterizado por volcarse en las calles, con carpas instaladas frente a casa de gobierno, movilizaciones constantes, entre otros, llevando ciertas reivindicaciones laborales. Este momento histórico generó una ruptura con la cotidianidad laboral y social, más no con la concepción del trabajo y la explotación, por lo cual, una vez agotados los métodos de lucha, y tras la presión física (represión) y psicológica hacia los trabajadores por parte del Estado, culminó en una derrota que le llevó años poder recuperarse. Actualmente, la provincia se encuentra en un estado de “emergencia económica”, como lo llaman los parásitos del Estado, con déficit y desfinanciamiento, además de despidos, salarios pendientes y/o insuficientes, falta de servicios, con hospitales que no dan abasto o que se caen a pedazos, al igual que los edificios educacionales, entre otras cosas que empeoran aun más la situación de la gente. Ya el año pasado (2015) trabajadores municipales representados por el sindicato SOEM, llevaron un extenso y agotador paro sin resultados, exigiendo al día de la fecha la actualización de salarios y pagos pendientes, y sumándose este año al conflicto trabajadores de otros sectores. Con esto, aparece nuevamente la figura de la MUS (Mesa de Unidad Sindical), surgida en el conflicto 2007, la cual está conformada por los sindicatos ATE (sanidad), APEL (legislativos), ADOSAC (docentes), SOEM (municipales), empleados judiciales, Autoconvocados de la Ley 591 (empleados públicos sin representación gremial por su grado de precariedad), y jubilados, como forma de unificar y encarar los conflictos y las acciones a seguir. Es así que el 1 de marzo convocan a una movilización con gran concurrencia, acordando además la formulación de un reclamo permanente por paritarias y la realización de paros en conjunto, en toda la provincia. Pasan los meses, siguen las medidas de fuerza, con acampes y movilizaciones permanentes, y con la negativa del gobierno de sentarse a negociar. El 16 de mayo, se lleva a cabo un congreso convocado por el gremio docente ADOSAC, realizado en la localidad de Puerto Santa Cruz, donde se decide por mayoría un paro de 72 horas, y en seguir con la medida en caso de no llegar a un acuerdo. Lo cierto es que desde el gobierno no ofrecerán más que un 10% de aumento para trabajadores estatales, pero si, como se concretó hace unas semanas, se le asignó un aumento del 20% a la policía provincial del “valor punto”, lo que lleva a un agente ingresante a cobrar aproximadamente entre 19 y 21 mil pesos. Las fuentes del gobierno, advirtieron que con la Fuerza, la gobernadora Alicia hizo una excepción, debido a que, «ante un conflicto generalizado, será indispensable contar con la obediencia de la policía, para contener a los sindicatos».

Muy claros son nuestros enemigos al afirmar, sin pelos en la lengua, que necesitan de las fuerzas policiales para mantener el control de la situación social, y que cuando la situación se desborde de los límites soportables, allí tendrán a sus perros bien alimentados, entrenados y obedientes para cumplir su función, y rompernos la cabeza.

La realidad nos está dando datos, nos está hablando sobre el accionar de las partes, es decir, sobre nosotros, que para poder seguir viviendo debemos acudir a las calles a exigir un poco de mejoría a nuestra detestable rutina, o soportar la miseria de nuestros días. Y del otro lado, los gobernantes y empresarios que con sólo decir «estamos en crisis», o «no hay plata», asumen la situación como dada, y a curtirse cada uno como pueda. Eso sí, ellos lo miran desde el sillón de sus lujosas casas. Y sin embargo y a pesar de las experiencias históricas lejanas y recientes, se sigue apelando al derecho democrático, al derecho a la huelga, al derecho a la vivienda, a la “negociación de las partes”, etc., y mientras estamos hundidos en el mismo barro, reclamando siempre los mismos puntos y volviendo a la larga derrotados a trabajar. No existe el cambio social bajo los términos reformistas. Hoy tendremos quizás dos mangos más que nos servirán para comer un poco mejor de vez en cuando, hasta que los aumentos vuelvan a aplastarnos, o hasta que debamos trabajar más y más horas para sostenernos.

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