domingo, 12 de agosto de 2012

DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Pues bien, después del pedido de los progres durante estos años, el sueño se les hizo realidad. Sacaron a Julio Argentino Roca del billete de $100. Pero ahora quien ilustrará tan noble divisa, que a decir verdad cada vez vemos menos, no será Juana Azurduy, ni Piazzola o Yupanqui, nombres que se venían barajando en este “interesantísimo” debate. No, la elegida fue la Jefa Espiritual de la Nación, Eva Duarte de Perón, Evita para los amigos. El argumento principal para sacar la cara de Roca es el respeto hacia los pueblos originarios, aunque analizando mínimamente la historia esta elección se derrumba. Suponemos que tardaron tanto en elegir contando la cantidad de víctimas, no sabemos bien si por cabeza o litro de sangre...

Durante el primer peronismo, donde Eva Duarte fue el motor principal, se llevaron a cabo dos sucesos que marcaron con represion y lágrimas la lucha indígena: la Masacre de Rincón Bomba y la represión al Malón de La Paz. Brevemente: entre el 10 y el 16 de octubre de 1947 fueron masacradas a metrallazos unas 500 personas de la etnia pilagá después de haber sido estafadas en su trabajos como peones en los ingenios azucareros de Patrón Costas en El Tabacal, Salta. La matanza sucedió en el paraje Rincón Bomba, cercano a Las Lomitas, Formosa. Es el mayor genocidio indígena en el siglo XX argentino.
Por otro lado, el Malón de la Paz fue una marcha de los collas del NOA, partiendo de Abra Pampa, Jujuy, el 15 de Mayo de 1946, a la que se le fueron uniendo más personas en Tucumán y Salta. El objetivo central era la restitución de las tierras. Llegaron a lomo de mula a Buenos Aires el 3 de Agosto. Fueron recibidos por todo el pueblo porteño con gran entusiasmo. Una vez en esa ciudad, el mismo Perón los recibe y son alojados en el Hotel de Inmigrantes. La ilusión de obtener sus tierras otra vez, se truncó cuando el 27 de Agosto la Prefectura entra al Hotel a puro gas lacrimógeno y garrote, subiéndolos a la fuerza al tren rumbo a Jujuy y tirándolos como basura casi en la frontera con Bolivia. Nos cuenta el historiador Marcelo Valko: “y allí los capangas haciendo chasquear sus látigos decían: acá está la tierra que querían indios de mierda”. Unos días después, “el primer trabajador” declaraba que la marcha no representaba a los indígenas del NOA y que muchos habían nacido en el norte de la provincia de Buenos Aires.

A pesar de haber honrado a la patria de esta manera, Evita no logró superar al inigualable Julio en esto de explotar y asesinar indígenas... pero queremos que quede bien claro lo siguiente: mañana en el billete de 100 puede estar el mismísimo Bakunin o Bob Marley, no importa. Nuestra lucha es por un mundo sin dinero.

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