martes, 22 de septiembre de 2020

La propiedad

En los últimos meses una campaña en defensa de la propiedad privada ha protagonizado la agenda mediática y estatal. Desde el comienzo de la cuarentena, las ocupaciones de tierra, “usurpaciones” según el lenguaje estatal, se multiplicaron a lo largo del país. En el conurbano bonaerense se registraron cerca de 140 intentos de tomas de tierra, con variado éxito.

En la localidad de Guernica, en el partido de Presidente Perón, el 20 de julio se dio inicio a la toma en un predio de cien hectáreas destinadas a un country, donde a la fecha se han asentado 2.500 familias (unas 10.000 personas, aproximadamente). Con plásticos, maderas y chapas han empezado a construir su barrio, con la esperanza de tener aquello de lo que la propiedad privada los ha privado: un lugar para habitar. La justicia dictaminó el desalojo, primero para el miércoles 23 de septiembre, postergandolo a última hora para el 1 de octubre. Las familias continúan movilizadas exigiendo una solución.

El día 11 de septiembre fue desalojada de manera brutal una toma de 300 familias en tierras de un basural de Ciudad Evita. En horas de la noche la policía bonaerense entró a los tiros dedicándose además a incendiar las casillas. En el mismo momento, un grupo de matones atacaba también el comedor comunitario lindero a la toma, robándose hasta las ollas. El desalojo dejó muchos heridos graves y detenidos. Jenifer Lizarraga, joven referente del comedor, recibió 40 impactos en el cuerpo, perdiendo un ojo por un perdigonazo.

A miles de kilómetros, las “usurpaciones” en el norte patagónico también fueron parte de la comidilla de la burguesía. En El Bolsón y Bariloche ya no se trataría de unas “cuevas de ladrones” sino de “mapuches violentos”, “anarquistas” y hasta “terroristas”. Parece dar lo mismo que no todas las tomas sean una acción reivindicativa del pueblo mapuche, sino más bien un intento por sobrellevar las miserables condiciones de vida, agudizadas por la cuarentena en una zona que además tuvo que soportar una nevada histórica. Ya ha habido manifestaciones en la región en defensa de la propiedad privada reclamándole al gobierno que las defienda, como si hiciera poco por ello.

En Colonia Santa Rosa, departamento de Orán, Salta, la comunidad guaraní Cheru Tumpa se asentó en predios abandonados desde hace por lo menos veinte años y comenzó a habitar un lugar caracterizado como basural o “donde se cometían delitos”. Las noventa familias de la comunidad fueron desalojadas el 16 de septiembre por cien infantes de la policía provincial.(4)

Notas:
4. anred.org/2020/09/16/salta-desalojan-a-comunidad-guarani-90-familias-a-la-calle

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