Septiembre 2015:
Barrick Gold derrama cianuro en la mina Veladero, San Juan. Un resumen
de un documento interno de la empresa asegura que la fuga fue de
5.242.000 litros, es decir, cinco veces más de lo admitido públicamente.
Se acosa y amenaza a quienes investigan la dimensión del derrame.
Septiembre 2016:
A un año de que se cumpla el aniversario del mayor accidente minero de
la historia del país, la mina Veladero que explota Barrick Gold en San
Juan volvió a ser noticia por un derrame de solución cianurada. La
empresa vuelve a dar información falsa y minimizar los hechos.
Diciembre 2016:
El día 17, personas autoconvocadas de distintas latitudes se reúnen a
compartir inquietudes, ganas y perspectivas en Jáchal e Iglesia teniendo
en cuenta la aguda situación por la que están pasando los compañeros
que allí habitan. A sabiendas que la dimensión del problema excede a
esta empresa asesina en particular y traspasa las fronteras nacionales,
se decide realizar un bloqueo a la entrada a Veladero/Lama que no
interrumpa la circulación de los vecinos. La complicidad entre el Estado
y estas empresas se hizo evidente en el accionar represivo y abusivo. No
siendo un error sino una política de Estado el no tomar medidas frente a
los reiterados derrames de la Barrick y si agredir y meter presos a
quienes se plantan frente a tal atropello generalizado.
Las personas detenidas estuvieron desaparecidas durante cinco horas y
fueron liberadas luego de tres días. El mensaje de estos compas al salir
fue claro y contundente: «No somos defensores de la naturaleza, somos la naturaleza defendiéndose». Y por eso mismo, no se trata de haber nacido en el lugar ni mucho menos de un regionalismo o nacionalismo estúpido.
El gobernador de San Juan, José Luis Gioja —tal como apuntan en la
zona— es un empleado de la minera y compraron su silencio. De un
gobernante no nos asombra, pero lo que no deja de entristecer es que
muchas de las personas que allí viven también han vendido su silencio a
la Barrick. Y no por unas pocas monedas según cuentan desde Jáchal. La
empresa ha realizado sendos “obsequios” a los lugareños que allí
encontraron motivos para, como suele decirse, ponerse la camiseta de la
minera.
Enero 2017:
Como si fuera poco el día 12 sucedió otro derrame, esta vez en la mina
Pascua Lama, y como todo lo que ocurre en el feudo de las minas de
Barrick Gold, no se puede saber muy bien que pasó. La minera reconoció
un nuevo derrame y anunció que cerrará el túnel binacional que montó
para transportar roca de Chile a Argentina, que destruyó un ambiente
periglacial.
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