lunes, 18 de noviembre de 2019

Un mes después del Paro Nacional…

Se trata de un resumen de Apuntes críticos sobre la coyuntura actual en Ecuador un mes después del Paro Nacional, desde los dos bandos de la lucha de clases firmado por Un@s proletari@s cabread@s de la región ecuatoriana por la revolución comunista anárquica mundial (Quito, 8 de noviembre del 2019)(4).
 
Desde el bando del Gobierno o del Estado burgués:

Existe represión selectiva, tanto legal como policial y mediática, contra dirigentes indígenas, sindicales y estudiantes, brigadistas médicos incluidos, que participaron en el Paro, a modo de venganza y “castigo ejemplar”. Se habla también de “19 grupos violentos” y “células anarquistas” (inexistentes), a las cuales están rastreando y van a erradicar, dicen.

Económicamente hablando, se ratificaron las reformas laborales: recortes o despidos de personal; reducción de sueldos, vacaciones y pensiones jubilares; modificación de la jornada de 40 horas semanales; contratos flexibles, etc. Y se va a reducir el presupuesto estatal para la Universidad pública. El gobierno acaba de plantear una "ley de crecimiento económico" que consiste principalmente en la eliminación de impuestos y aranceles para beneficiar directa y exclusivamente a la burguesía importadora, exportadora, agroindustrial y de la construcción. Tratando de compensar esto con la eliminación y la reducción de otros impuestos menores a ciertos artículos de consumo.

Sigue avanzando silenciosamente el proceso de privatizaciones de empresas públicas y los medios de comunicación oficiales (uno de los cuales, Teleamazonas, pertenece a uno de los mayores bancos de este país, Banco Pichincha) continúan desinformando y mintiendo todos los días.

Desde el bando de los movimientos sociales o del proletariado en lucha:

Se está luchando por los 1192 detenidos (incluidos menores de edad), los 1340 heridos y los 11 muertos del Paro.

Queda realizar la crítica movimiento indígena y al movimiento sindical que oscilan entre el diálogo con el gobierno y el anuncio de nuevas medidas o movilizaciones. La crítica radical es que no se trata de cambiar de modelo económico (y mucho menos por la vía electoral, como de seguro lo hará en el 2021) sino de cambiar de sistema social en su totalidad y de raíz, porque el problema de fondo no es el “neoliberalismo” ni el FMI sino el capitalismo.

Existen diferencias, tensiones, conflictos y desbordamientos entre bases y dirigentes, en la CONAIE y en otras organizaciones, antes, durante y después del Paro. Este no es un hecho menor. Al contrario. El desbordamiento de las dirigencias por parte de las bases es clave para la radicalización de la lucha social.

Existen nuevas organizaciones y procesos tales como asambleas de bases autoconvocadas en Quito (por ejemplo, la Asamblea Anticapitalista de Quito en la cual participamos actualmente), Cuenca, Loja, Cotopaxi, Chimborazo, que a su vez proponen formar, fortalecer y articular y asambleas territoriales en todas partes (barrios populares, universidades públicas, comunas indígenas, lugares de trabajo, etc.),

A modo de conclusión: el Paro terminó, pero la lucha social sigue y debe seguir hasta las últimas consecuencias. La clave para ello está en agitar y fortalecer la autoorganización, la movilización y la radicalización de las bases proletarias de la ciudad y del campo, las bases indígenas y mestizas, afuera y en contra de instituciones estatales, sindicatos, partidos, representaciones, negociaciones y elecciones. Decir que la lucha sigue y debe seguir hasta las últimas consecuencias, significa que la lucha es por tomarlo y cambiarlo todo, por la revolución social total e internacional y no por reformas estatistas, populistas y “pluri”nacionalistas.

Hablando más concretamente, esto aplica para todas las luchas actuales y futuras por reivindicaciones específicas de diversos sectores explotados porque estas no se mendigan a los ricos y poderosos que nos matan de hambre, depresión y a bala, sino que se arrancan de sus manos, se generalizan, se unen y se radicalizan hasta devenir revolución social.

Lxs explotadxs y oprimidxs de este país no nos lanzamos a las calles ni nos jugamos el pellejo en el Paro Nacional para luego conformarnos con las mismas migajas de siempre. Estamos hartxs de todo este sistema de mierda que sufrimos a diario. Somos lxs nadies y lo queremos todo. Vamos hacia la vida y no negociaremos con la sangre de nuestros muertos. La lucha sigue y debe seguir hasta las últimas consecuencias, es decir hasta hacer la revolución social y no una reforma económica y política.


Notas:
(4) Para leer este panfleto completo así como los anteriores de la revuelta en Quito visitar: proletariosrevolucionarios.blogspot.com

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